Venice.ai y el auge de los ataques cibernéticos accesibles

Certo revela que Venice.ai, una IA sin filtros éticos, es usada por ciberdelincuentes para crear ataques de phishing, malware y espionaje sin necesidad de conocimientos técnicos.

Según el estudio presentado por la firma de seguridad móvil Certo, Venice.ai se promociona como una plataforma “privada y sin permisos” que no censura ninguna interacción de los usuarios, lo que le ha valido una creciente adopción en foros de hacking desde su lanzamiento. Por un coste de 18 dólares mensuales, este modelo de IA no solo responde a peticiones de contenido malicioso, sino que explica internamente su proceso de razonamiento para saltarse cualquier restricción ética.

En sus pruebas, los investigadores de Certo constataron que Venice.ai genera correos de phishing extremadamente convincentes, sin esos fallos gramaticales o giros forzados que habitualmente delatan los fraudes. Asimismo, el chatbot desarrolla código completo para un keylogger en Windows 11, incluyendo instrucciones para ocultar su presencia en el sistema.

La herramienta fue capaz también de producir un esquema de ransomware que cifra archivos y redacta la correspondiente nota de rescate solicitando pagos en criptomonedas. De manera similar, se le pidió diseñar un spyware para Android capaz de activar el micrófono de un dispositivo de forma silenciosa y enviar las grabaciones a servidores remotos, y cumplió sin objeciones.

Riesgos y necesidad de regulación urgente

El acceso libre a estas funcionalidades plantea un campo de juego desigual en el ámbito de la ciberseguridad, pues permite a actores sin formación desarrollar campañas masivas de ataques que aparentan un origen profesional. Esta facilidad podría aumentar notablemente la eficacia de estafas y brechas de datos.

Frente a este escenario, la investigación de Certo subraya la urgencia de reforzar las medidas de defensa, establecer marcos regulatorios sólidos para las aplicaciones de inteligencia artificial y fomentar la concienciación pública sobre los peligros emergentes. De lo contrario, advirtió la compañía, el avance de estas tecnologías sin supervisión podría multiplicar los vectores de ataque disponibles para los delincuentes.