Uno de cada cuatro smartphones vendidos en el mundo, es un iPhone

Desde que Apple desbancó a Samsung cómo firma que más smartphones vende a principios de 2023, la firma estadounidense ha conservado su ventaja durante 24 meses consecutivos. La situación refleja cambios en las dinámicas del sector, con fabricantes chinos creciendo y recortando distancias frente a los dos mayores vendedores mundiales.
17 de diciembre, 2024
Uno de cada cuatro smartphones vendidos en el mundo, es un iPhone
Uno de cada cuatro smartphones vendidos en el mundo, es un iPhone

La disputa entre Apple y Samsung por ocupar el primer lugar en el mercado de los smartphones se remonta a hace casi quince años. Durante la mayor parte de dicho período, Samsung ha sido la marca con un mayor porcentaje de ventas a nivel global, aunque esto empezó a alterarse en enero de 2023, cuando Apple se situó al frente. Desde entonces, la compañía estadounidense ha conservado su posición, concluyendo el 2024 con una cuota del 27,7%, un 4,5% más que la surcoreana.

Esto significa que algo más de uno de cada cuatro smartphones vendidos en el mundo es un iPhone.

El cambio en el liderazgo del mercado de smartphones quedó respaldado por datos procedentes de distintas fuentes especializadas. En noviembre, estadísticas de Stat Counter mostraron que, tras dos años, Apple continuaba con la cuota de mercado más elevada. La cifra, del 27,7%, le otorgaba el 24º mes consecutivo a la cabeza del mercado, acercándose al 29,2% que la firma registró en diciembre de 2021 y situándose significativamente por encima del 23,2% alcanzado por Samsung el mes pasado.

A lo largo de una década, Apple ha incrementado su porcentaje de cuota global en torno a un 4,2%, mientras Samsung experimentó una reducción acumulada. Además, según datos de IDC, el diferencial en el volumen de unidades enviadas por ambas empresas se estrechó notoriamente en los primeros nueve meses de 2024, reduciéndose a un margen de unos 20 millones de unidades, el más bajo registrado hasta ahora.

El impacto de la estrategia de producto y la gestión de suministros

La consolidación de Apple al frente del mercado ha estado asociada al impulso de sus modelos de gama alta, así como a una mejor gestión de la cadena de suministro. Esto le ha permitido sobreponerse a las dificultades del sector y mantener la fidelidad de sus usuarios, especialmente con las versiones Pro de su familia de terminales. Al centrarse en dispositivos con características avanzadas y en la integración con su ecosistema de productos, la firma estadounidense ha logrado ampliar su presencia en mercados clave, entre ellos la India, reforzando su posición global.

Por su parte, Samsung, que históricamente se ha apoyado en un catálogo más amplio que abarca gamas media y de entrada, mostró signos de desgaste. El descenso de su cuota desde el 26,9% que tenía en diciembre de 2022 hasta el 23,2% actual, y la distancia que la separa de Apple, reflejan una evolución desfavorable para la compañía surcoreana durante este periodo. Los porcentajes confirman que el mercado de los smartphones se encuentra en una etapa de reconfiguración en la que los equilibrios son más inestables que en el pasado.

El auge de las marcas chinas como tercer polo del mercado

Mientras Apple y Samsung mantienen su histórico pulso, las marcas chinas, encabezadas por Xiaomi, Oppo, Vivo y Realme, han alcanzado una cuota combinada cercana a un tercio del mercado mundial. Este avance se explica por la estrategia de ofrecer terminales con especificaciones notables a precios más asequibles, lo que resulta atractivo en mercados sensibles al coste. Además, las tensiones geopolíticas han fortalecido el posicionamiento de estas compañías en su mercado doméstico, uno de los más relevantes a escala global.

Entre las marcas chinas, Xiaomi concentra más del 11% de las ventas globales, duplicando su cuota de hace siete años. Vivo, Oppo y Realme también mantienen cuotas significativas, del 5,9%, 5,7% y 4,1% respectivamente. En contraste, Huawei ha experimentado una reducción considerable de su cuota, pasando del 10% hace cuatro años a solo el 2,5% en la actualidad, reflejando el dinámico escenario en el que se mueven los fabricantes asiáticos y su progresivo posicionamiento como una alternativa más a los dos principales actores del mercado.