Los consumidores y profesionales de todo el mundo, incluído el espacio económico europeo, se enfrentaban este próximo octubre a la finalización del ciclo de vida de Windows 10, lo que implicaba dejar de recibir actualizaciones de seguridad para el sistema operativo de Microsoft, excepto bajo determinadas circunstancias (dependiendo de la edición de Windows 10 utilizada) y previo pago de una módica cantidad, en el marco del programa ESU (Extended Security Updates), pero ahora ha sido la misma compañía de Redmond que ha abierto una ventana de esperanza (y nunca mejor dicho… por lo de ventana) para dichos usuarios, proporcionando una ampliación gratuita de un año (hasta el 13 de octubre de 2026) a todos los usuarios que se enrolen en el programa ESU.
No obstante, lo que provoca esta decisión de la compañía de Redmond parece ser externo a la misma, y no es otra cosa que la presión ejercida por Euroconsumers, un lobby que actúa en Italia, Bélgica, España, Portugal y, atención, Brasil (esta última, obviamente fuera del marco económico europeo), y que ha publicado un mensaje de correo electrónico procedente de Microsoft en respuesta a la petición de la organización para que la firma estadounidense ampliara el período de soporte para actualización de seguridad en su plataforma.
En dicho correo, podríamos decir que Microsoft da una de cal y otra de arena, puesto que todavía exige que el usuario lleve a cabo una acción de forma explícita (en este caso, apuntarse al programa ESU), cosa para la que no todo el mundo (y, en especial, los consumidores finales) está preparado ni informado, pero, a cambio, da un año más de aire a quienes tienen que planificar la migración, en especial los usuarios con una base de varias de máquinas ya que, como veremos más adelante, las actualizaciones de este «año de gracia» se pueden gestionar desde la misma cuenta Microsoft para todos los equipos.
Cabe decir que la medida afecta exclusivamente al espacio económico europeo (es decir, a los países de la Unión Europea), y que las actualizaciones que entran en el paquete son las definidas como críticas e importantes por el Centro de Respuestas de Seguridad de Microsoft, quedando descartada la incorporación de nuevas funcionalidades al sistema operativo. Tampoco se incluyen otro tipo de correcciones que no sean críticas, ni soporte técnico por parte del personal de la compañía de Redmond.
Estos parches de seguridad se entregarán a través de Windows Update una vez finalice el soporte estándar de Windows 10.
La inscripción en el programa ESU puede realizarse en cualquier momento hasta el cierre del mismo y, si se hace después de su lanzamiento, el dispositivo recibirá tanto las actualizaciones ya publicadas como las futuras. Microsoft prevé un despliegue por fases de la opción de inscripción antes del próximo 14 de octubre de este mismo año 2025.
Para Europa, dispondremos de dos vías de inscripción tras iniciar sesión con una cuenta Microsoft; la primera permite inscribirse sin coste adicional si el usuario mantiene iniciada en el PC la misma cuenta Microsoft con la que se realizó el alta, mientras que la segunda contempla un pago único para quienes prefieran seguir con una cuenta local. En ambos casos, la cobertura de actualizaciones se extiende hasta el 13 de octubre de 2026 y, si se deja de iniciar sesión con la cuenta Microsoft utilizada, las actualizaciones pueden interrumpirse en un plazo máximo de 60 días, siendo necesario reinscribirse para retomarlas, y la licencia queda asociada a la cuenta Microsoft empleada en el proceso.
La iniciativa no es válida para equipos de empresa unidos a dominio o gestionados por MDM. Microsoft especifica que el programa para consumidores no se ofrece a dispositivos de uso comercial, incluidos los unidos a un dominio de Active Directory o a Microsoft Entra, los inscritos en soluciones de gestión de dispositivos móviles o los dedicados en modo de pantalla completa.
En el caso de equipos registrados (que no unidos) en Microsoft Entra, sí pueden utilizar el programa para consumidores. Si un PC inscrito pasa a alguno de los escenarios comerciales anteriores, la inscripción de consumo queda suspendida mientras mantenga ese uso.
En cuanto a requisitos, los dispositivos deben ejecutar Windows 10 versión 22H2 en ediciones Home, Pro, Pro Education o Workstation, tener instaladas las actualizaciones más recientes y utilizar una cuenta con privilegios de administrador. La cuenta Microsoft empleada para la inscripción no puede ser de un menor. La licencia de ESU asociada a una cuenta Microsoft puede utilizarse en hasta diez dispositivos que cumplan los requisitos.
El proceso de alta se inicia desde el propio sistema, en Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update, donde aparece el enlace de inscripción en los equipos que reúnen las condiciones. Tras inscribirse en un primer PC, la misma licencia puede aplicarse a otros dispositivos elegibles desde el mismo apartado de Windows Update.
Para los responsables de los parques informáticos en las organizaciones, Microsoft remite a la documentación específica para habilitar ESU en organizaciones, dejando claro que el programa descrito en esta página está orientado al uso doméstico y no sustituye las opciones comerciales. La inscripción en ESU no impide actualizar a Windows 11 si el equipo cumple los requisitos de hardware.



