El auge del comercio electrónico plantea nuevos desafíos para las empresas que operan a escala global. Según datos de Statista, el sector retail cerró 2024 con un volumen de ventas online superior a los 6.000 millones de dólares a nivel mundial, con previsión de alcanzar más de 8.000 millones en 2028, lo que representa un crecimiento del 31%. Este entorno en expansión exige a las compañías gestionar un ecosistema cada vez más complejo de métodos de pago, plataformas y proveedores en múltiples mercados.
En este contexto, muchas organizaciones están recurriendo a la orquestación de pagos, una tecnología que permite centralizar la gestión de múltiples servicios de pago (incluyendo pasarelas, bancos adquirentes y sistemas antifraude) en una única plataforma. Esta solución permite una mayor flexibilidad operativa y una respuesta más eficiente ante errores o caídas de servicios.
Grandes marcas como Carrefour, Levi’s, Reebok, The North Face y Vans ya han comenzado a implementar esta tecnología en sus mercados clave. Su adopción se alinea con una tendencia global al alza: más del 50% de las empresas gestionan actualmente cinco o más integraciones de pago simultáneas, lo que multiplica la complejidad operativa y eleva el riesgo de fallos.
Una de las principales ventajas de la orquestación de pagos es su impacto directo en las tasas de conversión. Gracias a su capacidad para enrutar transacciones en función de criterios como la geolocalización, rendimiento o costes, esta tecnología permite a los comercios online aumentar hasta en un 20% sus ratios de éxito en transacciones.
Además, la orquestación contribuye a una reducción de costes operativos que puede oscilar entre un 15% y un 30% por operación. Al minimizar fallos técnicos y mejorar el rendimiento de las transacciones, se reduce también la dependencia de un único proveedor, lo que incrementa la resiliencia del sistema de pagos.
Esta capacidad resulta especialmente relevante si se considera que el 55% de los abandonos de carrito están relacionados con problemas durante el proceso de pago, según datos del Baymard Institute. La implementación de soluciones más robustas, adaptables y centralizadas puede contribuir de manera decisiva a reducir este porcentaje.
Aunque inicialmente fueron las grandes corporaciones quienes lideraron la adopción de estas plataformas, la orquestación de pagos está dejando de ser exclusiva de las multinacionales. Empresas de menor tamaño, incluidas las PYMEs, también están comenzando a beneficiarse de plataformas que simplifican la integración y reducen las barreras de entrada.
Compañías como Craftgate están facilitando esta transición mediante soluciones “One-Stop Shop”, que ofrecen una implementación rápida y un modelo de gestión escalable. Esto abre la puerta a una adopción más amplia en el ecosistema digital, permitiendo a más negocios competir con herramientas similares a las de los grandes actores del sector.
Según estimaciones de Grand View Research, el mercado de orquestación de pagos crecerá por encima del 24% anual hasta 2030, lo que consolida esta tecnología como un componente esencial para el éxito del comercio electrónico en los próximos años.