Los amantes del DIY (Do It Yourself, lo que vendría a ser la versión electrónica del bricolaje) conocen sobradamente Arduino, una línea de hardware de código abierto consistente en microcontroladores y sus correspondientes placas, pero que también designa al software necesario para desarrollar aplicaciones que permitan el funcionamiento de los dispositivos electrónicos desarrollados, como un IDE para programación.
Los productos de esta firma italiana son muy apreciados en el ámbito educativo, donde su simplicidad y potencia permite a los alumnos crear aplicaciones avanzadas de una forma muy simple.
Otro nombre conocido en la industria tecnológica es el de Qualcomm, fabricante de SoC’s y módems entre otros productos, que domina especialmente en el sector de los dispositivos móviles (smartphones y tablets), pero que también ha incursionado a lo largo de estos últimos años en el sector de los ordenadores portátiles, con una cierta parte de dicho pastel capturada, y fabricantes que apuestan por sus chips de arquitectura ARM.
Y, ahora, Qualcomm anuncia que adquiere Arduino, en un movimiento enmarcado en su estrategia para facilitar a los desarrolladores el acceso a su cartera de tecnologías para el borde de la red (edge), presentándolo como una continuidad de las integraciones recientes de Edge Impulse y Foundries.io.
El cierre de dicha operación queda supeditado a la aprobación de los reguladores y a las condiciones habituales de este tipo de transacciones.
Arduino pasará a integrarse en el perímetro de Qualcomm, pero manteniendo su identidad. La marca, las herramientas y la misión de Arduino se conservan, así como el soporte a una amplia gama de microcontroladores y microprocesadores de distintos fabricantes, como Atmel e Intel. Según el anuncio, la comunidad de más de 33 millones de usuarios activos de Arduino tendrá a su alcance el alcance global y el conjunto de tecnologías de Qualcomm, con el objetivo de agilizar desde la creación de prototipos hasta la comercialización, apoyándose en un ecosistema de partners.
Si bien el comunicado emitido por Qualcomm es institucional, el tono del publicado por Arduino es más informal, y se centra en explicar las ventajas que ello supone para sus usuarios sin comprometer las señas de identidad ni la independencia de la marca y sus creaciones. Es probable que, con ello, estén previendo un «control de daños» relativo a posibles quejas entre la comunidad, ya que algunas personas podrían no ver con buenos ojos la adquisición por parte de una de las grandes firmas de la tecnología.
En el plano de producto, el primer hito es UNO Q, una placa de desarrollo concebida como ordenador de placa única de nueva generación que adopta una arquitectura “de doble cerebro”, con un microprocesador capaz de ejecutar Linux Debian, y un microcontrolador para control en tiempo real, lo que busca unir cómputo de altas prestaciones y respuesta determinista.
El microprocesador de esta nueva placa es el Qualcomm Dragonwing QRB2210, que opera con un entorno Linux completo. Esta combinación está orientada a habilitar soluciones de visión y audio con IA que reaccionen al entorno, con aplicaciones que van desde automatización industrial hasta escenarios de hogar conectado.
La compatibilidad con el IDE de Arduino y con el ecosistema UNO se mantiene. Además, UNO Q es la primera placa que funciona con Arduino App Lab, un entorno de desarrollo integrado diseñado para unificar el trabajo sobre sistemas en tiempo real, Linux, Python y flujos de IA, con la intención de acelerar la idea, el prototipado y el escalado a producción.
App Lab se integra con la plataforma de Edge Impulse para facilitar la creación y optimización de modelos de aprendizaje automático a partir de datos reales, en casos de uso como detección de objetos o personas, detección de anomalías, clasificación de imágenes, reconocimiento de sonido ambiental y detección de palabras clave.
Desde Qualcomm se argumenta que la incorporación de Arduino se alinea con la meta de ampliar el acceso a sus productos de computación e IA a la comunidad global de desarrolladores, apoyándose en su catálogo y en un ecosistema que provee vías de industrialización. Por su parte, Arduino plantea que esta etapa refuerza su enfoque en accesibilidad y en la simplificación del desarrollo, y sitúa a UNO Q como punto de partida de esa hoja de ruta, manteniendo los principios de simplicidad, coste contenido y comunidad que han caracterizado a la plataforma.



