Peligros cotidianos en la red y cómo esquivarlos

Conectarse a redes Wi-Fi públicas, facilitar permisos excesivos a las aplicaciones o ignorar la fortaleza de las contraseñas son errores comunes que ponen en riesgo los datos personales y empresariales, especialmente en un entorno con ataques cada vez más sofisticados.
11 de febrero, 2025

La seguridad online se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de empresas y usuarios, en un momento en el que cada vez gestionamos más datos desde smartphones, ordenadores y otras plataformas conectadas.

Con motivo del Día de Internet Segura, Check Point Software identifica las prácticas que exponen con mayor frecuencia la información sensible y explica cómo reducirlas:

Conexiones gratuitas y uso de redes públicas

Acceder a redes Wi-Fi en cafeterías, aeropuertos o centros comerciales facilita la vida diaria, aunque conlleva riesgos; los ciberdelincuentes pueden interceptar la conexión para acceder a datos personales sin ser detectados. Para minimizar vulnerabilidades, resulta fundamental el empleo de una red VPN que cifre el tráfico, la desactivación de la conexión automática y el uso de datos móviles para tareas o accesos críticos.

Las apps que solicitan permisos excesivos

Muchas aplicaciones requieren autorizaciones que no son indispensables, como el acceso constante a la ubicación o al micrófono. Aunque en ocasiones puede tener un propósito legítimo, en otros casos se traduce en un uso indebido de la información. Es aconsejable revisar cuidadosamente los permisos antes de instalar apps, inhabilitar aquellos innecesarios y descargar software únicamente de fuentes oficiales.

IA: aliada y factor de riesgo

El auge de herramientas basadas en IA ha acelerado la productividad, pero también ha generado nuevas amenazas. Algunos usuarios introducen datos confidenciales en chats de IA sin atender a las implicaciones, mientras que los atacantes se sirven de la inteligencia artificial para crear phishing y deepfakes cada vez más convincentes. Para mayor seguridad, conviene evitar compartir información sensible y verificar las políticas de privacidad de cada aplicación.

Contraseñas débiles: la brecha más común

Pese a los múltiples avisos, muchos internautas siguen utilizando contraseñas débiles, o bien repiten las mismas credenciales para varios servicios. Una sola brecha de seguridad puede exponer cuentas en distintas plataformas. Por ello, conviene generar claves únicas para cada aplicación, usar gestores de contraseñas y activar la autenticación en dos pasos a fin de reforzar la protección.

Phishing con IA y suplantaciones creíbles

El phishing se ha perfeccionado mediante inteligencia artificial, logrando mensajes que imitan con exactitud la imagen de entidades bancarias o conocidas compañías de mensajería. Un clic imprudente en un enlace malicioso puede originar el robo de contraseñas o la instalación de malware. Para evitarlo, se sugiere verificar la dirección del remitente, analizar con detenimiento cualquier contenido sospechoso y, en caso de duda, contactar de forma directa con la empresa o el usuario que supuestamente envió el mensaje.

Dispositivos sin las medidas básicas de protección

Muchos terminales carecen de contraseña o de mecanismos de seguridad adecuados, lo que facilita el acceso no autorizado si el equipo se pierde o es robado. Configurar un PIN, habilitar reconocimiento facial o huella y mantener un software de seguridad actualizado son pautas esenciales para salvaguardar correos, redes sociales, datos bancarios y demás información.

Finalmente, desde Check Point advierten que, aunque la IA también impulse mejoras en la ciberseguridad, resulta crítico que usuarios y organizaciones tomen conciencia de las amenazas y reciban capacitación fundamental en ciberseguridad. La mayoría de las vulnerabilidades podrían reducirse con unas pautas sencillas, como el uso de aplicaciones fiables, la protección de credenciales y la adopción de hábitos responsables en la red.