Este pasado mes de julio, OpenAI ponía en marcha, en los Estados Unidos y para un público restringido, las primeras pruebas de su buscador, con la idea de ponerlo a disposición del público general antes de final de año. Este buscador ya se está desplegando en ChatGPT en España, y lo he podido probar.
De entre todos los modelos disponibles en ChatGPT Plus y Enterprise (GPT-4, GPT-4o, GPT-4o mini, GPT-4o con Canvas, o1-preview, y o1-mini), los únicos que pueden realizar búsquedas en Internet ahora mismo son GPT-4o y GPT-4o mini, aunque lo lógico sería que en las próximas semanas y meses, esta funcionalidad vaya llegando a los demás modelos.
¿Como funciona?
La mecánica de este buscador es muy simple: en la segunda fila del cuadro de texto para introducir el prompt de ChatGPT, veremos un icono que parece una bola, y que sólo podremos pulsar cuando tengamos seleccionado el modelo GPT-4o o el GPT-4o mini, tal como he indicado antes.
Una vez hemos hecho clic en este icono, veremos como queda marcado en azul sobre un fondo gris ligeramente más oscuro, y tenemos también activada la leyenda “Busca” a su lado, lo que significa que los prompts que entremos a partir de este momento mientras tengamos activada la búsqueda, se redirigirán a buscar en la web.
A partir de aquí, todos las preguntas que entremos en forma de prompt, serán respondidas mediante la consulta a fuentes de información clasificadas como fiables por OpenAI, mayormente, medios de comunicación. Las informaciones recabadas por el buscador de ChatGPT serán presentadas de forma coherente como una respuesta a cualquier otro prompt, junto con las fuentes para posterior consulta por parte del usuario.
Estas últimas se presentarán accesibles a través de un botón (marcado, precisamente, como “fuentes”) en la parte inferior de la respuesta. Al pulsarlo, podremos ver las distintas fuentes empleadas para construir la respuesta, en un panel lateral al lado derecho de la ventana de ChatGPT, y podremos pulsar sobre cada una de ellas para acceder.
Esta parte es la que más se parece a Google, ya que no se diferencia mucho de un buscador convencional, con la excepción de que las fuentes parecen limitadas a medios de comunicación seleccionados por OpenAI.
¿Un ataque directo a Google?
Desde aproximadamente abril de 2002 y de forma ininterrumpida, Google ha sido el buscador líder en Internet, sin que su competencia (cómo, por ejemplo, el Bing de Microsoft) haya podido hacerle sombra. Se calcula que el buscador de la compañía de Mountain View procesa unas 5.400 millones de búsquedas diarias.
Por su parte, ChatGPT es el Chatbot de IA líder, con una audiencia estimada de 200 millones de usuarios semanales, de los cuales, el 5% (unos diez millones) son de pago a través de la modalidad Plus.
Si bien hacerle la competencia a Google es complicado, este último buscador tampoco consiguió su liderazgo de un día para otro, por lo que OpenAI se puede tomar su tiempo para conseguir una porción no despreciable del mercado.
Lo más probable es que los usuarios utilicen simultáneamente las dos herramientas de búsqueda con finalidades ligeramente distintas, ya que la filosofía de un buscador convencional (¿podríamos llamarlo ya tradicional?) es la de ofrecer una colección de enlaces, ordenados de mayor a menor relevancia, que el usuario debe inspeccionar para obtener una respuesta a lo que busca, mientras que la función de un buscador basado en IA generativa es la de ofrecer una respuesta concisa y útil a la pregunta que propone el usuario, basada dicha respuesta en fuentes de información fiables.
Extensión para Chrome
Buena muestra de que OpenAI quiere comerse una parte del pastel de las búsquedas a expensas de Google, es que, paralelamente al lanzamiento de ChatGPT Search, la puesto a disposición de los usuarios del navegador web Chrome una extensión para convertir a su buscador en la herramienta de búsqueda por defecto en el browser, quitando a Google de dicha posición.
Obviamente, el uso de dicha extensión también está limitado a los usuarios Plus y Enterprise de ChatGPT.