No es en absoluto un tema nuevo para la GSMA, la patronal del sector de las telecomunicaciones a nivel mundial, ni tampoco para el Mobile World Congress, pero hoy, y en la keynote principal, se ha vuelto a insistir en ello: las operadoras se quejan de la excesiva regulación impuesta por la UE en el sector de las telecomunicaciones.
Quien lo ha verbalizado ha sido Marc Murtra, nuevo presidente de Telefónica, quien se ha estrenado en el certamen barcelonés con esta aparición. Curiosamente, la presidencia de la GSMA -por lo menos, oficialmente- sigue en manos de José María Álvarez-Pallete, predecesor de Murtra, quien ha estado ausente de esta primera sesión.
Entorno cambiante con el hándicap de la hiperregulación en Europa
Murtra ha explicado que la intensa evolución de la industria de las telecomunicaciones está dando forma a un escenario global marcado por la demanda de mayor capacidad, la necesidad de inversión y la importancia de la innovación constante.
Es en este contexto que ha situado el exceso de regulación en la UE como un reto que el viejo continente enfrenta respecto a los mercados asiático y estadounidense.
En palabras de Murtra, quien recordó que Europa fue pionera en tecnologías transformadoras como el GSM y el UMTS, las grandes empresas estadounidenses y asiáticas parten con ventaja respecto a sus homólogas europeas a la hora de invertir en tecnologías disruptivas, debido, precisamente, a la excesiva regulación, además de un mercado fragmentado, y un retorno de la inversión limitado. Todo esto, según Murtra, podría agravar el riesgo de quedarse atrás en el ámbito tecnológico.
Posteriormente, y en la misma sesión, Sunil Bharti, presidente de Bharti Airtel, también pidió a las autoridades reguladoras (aunque no solamente a las europeas, sino a las de todo el mundo) que relajen las regulaciones, y que ofrezcan las bandas de frecuencia espectrales a un precio asequible.
La petición del nuevo CEO de Telefónica a las autoridades reguladoras europeas no ha sido otra que facilitar una mayor consolidación de los principales operadores de telecomunicaciones en el viejo continente, a fin de fortalecer la autonomía europea en innovación y dotar de mayor productividad a la economía.
Se estima que, para alcanzar este objetivo, no solo será necesario que las empresas redefinan su enfoque, sino también que la Comisión Europea y los reguladores de los Estados miembros adapten sus normativas.
Hacia una industria global interconectada
Mats Granryd, director general de la GSMA, habló en su discurso, en la misma keynote inaugural, sobre la magnitud de la infraestructura de redes, con cerca de 6 millones de torres y una extensa red de cableado que conecta a casi 6.000 millones de personas en todo el mundo, destacando la relevancia de esta infraestructura para el desarrollo digital, haciendo hincapié en que el espectro radioeléctrico actúa como un “oxígeno” esencial, al permitir la expansión de servicios móviles.
Granryd indicó que la tecnología 5G ha alcanzado los 2.000 millones de conexiones y que se considera la de adopción más rápida entre todas las generaciones de redes móviles. Aun así, hizo notar que solo 61 redes han implementado 5G de manera completa. Según los datos, esta evolución puede generar hasta 4,7 billones de dólares en la economía global para 2030, aunque la brecha entre inversiones y retornos sigue siendo un obstáculo para que el sector crezca con la solidez deseada.
Ante esta situación, Granryd mencionó la oportunidad que supone Open Gateway, un enfoque que abre la infraestructura de redes a través de APIs para impulsar nuevos negocios. Actualmente, operadores que cubren casi el 80% de las conexiones móviles con tecnología Open Gateway, cuentan con 52 redes comerciales que ofrecen más de 200 APIs, generando ingresos adicionales a corto plazo, lo que refuerza la idea de que esta iniciativa podría ayudar a equilibrar el estancamiento de los márgenes del sector.
El director general de la GSMA también se refirió a la aplicación de IA como otra vía para dinamizar las telecomunicaciones, con ejemplos de algoritmos que procesan grandes volúmenes de datos en tiempo real para prevenir fraudes o mejorar la eficiencia operativa.
El reto de conectar a los que quedan pendientes
Pese a que la cobertura móvil ha evolucionado y se ha expandido a lo largo de estos últimos años, se estima que todavía quedan unos 3.100 millones de personas que no utilizan la conectividad, lo cual es debido a varios factores, como la asequibilidad de dispositivos y conexiones, o capacitación digital.
Dar servicio a todas estas personas podría suponer un incremento de 3,5 billones de dólares en el PIB mundial para 2030, de acuerdo con estimaciones referenciadas por Granryd, además de que conectar a estos usuarios se considera un paso clave para incrementar el potencial de crecimiento social y económico.