La hiperconectividad y los avances en inteligencia artificial han acelerado la necesidad de proteger y gestionar los datos de forma segura. En este contexto, surge la propuesta de Network 2.0, una nueva filosofía de conectividad enfocada en el control total de la información. Este modelo, respaldado por la firma Zscaler, plantea un cambio radical en la manera en que usuarios y organizaciones se conectan a la red y comparten datos.
Según Pablo Vera, Country Manager de Zscaler para España y Portugal, la mayor parte de las vulnerabilidades en el entorno digital procede de la visión tradicional, que asume conexiones bidireccionales. Network 2.0 propone, en cambio, una arquitectura basada en el paradigma zero trust, limitando la exposición a amenazas y reforzando la soberanía de los datos.
Un replanteamiento de la seguridad y la soberanía de los datos
En la arquitectura tradicional de la Internet, la exposición de recursos hace que aparezcan riesgos como el phishing, el malware o las brechas de datos. Desde la óptica de Network 2.0, se apuesta por un modelo donde los objetos —usuarios y recursos— no tengan presencia abierta en la red, impidiendo a los actores malintencionados acceder sin la autorización directa del propietario.
Esta nueva aproximación posibilita una mayor autonomía de los usuarios y las entidades, que pueden determinar en qué medida comparten su información. Con ello, responde también a las exigencias de regulaciones que promueven la protección de datos personales, al mismo tiempo que mantiene la capacidad de operar en un entorno descentralizado y escalable.
Principios y beneficios de la conectividad unidireccional
La clave de la iniciativa radica en la integración de la filosofía zero trust. La seguridad se verifica de forma permanente, sin otorgar acceso por defecto. Según este planteamiento, la red deja de ser una estructura en la que todo está interconectado, para pasar a una comunicación selectiva y orquestada.
Además de reforzar la privacidad y minimizar la exposición, se optimiza la eficiencia operativa al automatizar el registro de accesos y la clasificación de la información. Ello resulta especialmente pertinente en la era de la IA, cuando el volumen y la sensibilidad de los datos aumentan exponencialmente, y se requiere una protección más exhaustiva.
Entre las ventajas para empresas y usuarios que subrayan desde Zscaler se incluyen:
- Menor riesgo ante ataques gracias a la verificación continua y la invisibilidad de los recursos en la red.
- Alineamiento con principios de soberanía de datos y normativas de privacidad.
- Visión descentralizada que reduce la dependencia de grandes repositorios de información.
- Agilidad para escalar y adaptarse a la demanda, sin comprometer la seguridad ni el control de la información.
Escenario de implementación y perspectivas
La adopción de Network 2.0 implica una revisión de políticas, infraestructuras y sistemas de autenticación. El uso de la segmentación en distintos niveles —gotas, charcos y lagos de datos—, propuesto por la compañía, pretende equilibrar la flexibilidad de compartir información con la confidencialidad requerida en entornos críticos.
De acuerdo con Vera, la transición hacia este nuevo modelo marca el comienzo de un futuro en el que la seguridad y la soberanía de los datos se transforman en un derecho inherente para usuarios y empresas, todo ello en un momento en el que la inteligencia artificial y la nube impulsan la digitalización. Para muchas organizaciones, implementar esta idea se traducirá en una mezcla de cambios estratégicos y ajustes técnicos, respaldados por soluciones zero trust y una lógica de control unidireccional.