Microsoft, presionada para ofrecer una solución al fin del ciclo de soporte de Windows 10

Millones de ordenadores podrían quedar huérfanos de parches de seguridad, por lo que la compañía de Redmond ha salido al paso con un programa de pago para estos.
4 de noviembre, 2024
Microsoft, presionada para ofrecer una solución al fin del ciclo de soporte de Windows 10

El 10 de octubre de 2025 Windows 10 llegará al final de su ciclo de vida, lo que significa que dejará de recibir actualizaciones de seguridad, además de nuevas funcionalidades, cómo lleva recibiendo desde julio de 2015.

Esto provoca un grave problema, porque Windows 11, que es su sucesor, impone unas limitaciones de hardware mínimo para correr, que no lo hacen accesible a todos los ordenadores. Entre otros, la nueva versión del sistema operativo de Microsoft requiere que el ordenador disponga de un sistema de arranque UEFI (quedando descartadas todas aquellas máquinas con BIOS), compatible con Secure Boot, un chip TPM 2.0, y una tarjeta gráfica compatible con DirectX 12 o posterior.

A la práctica, se requiere un microprocesador Intel Core de octava generación o AMD Ryzen de segunda generación para poder instalar y trabajar con este sistema.

El PIRG (Public Interest Research Group), una organización estadounidense que trabaja para el bienestar de los ciudadanos en diversos ámbitos, ha realizado un llamamiento para presionar a Microsoft para que alargue el ciclo de soporte de actualizaciones de seguridad para Windows 10.

Un problema de dimensión mundial

La misma PIRG cifra en unos 400 millones los equipos informáticos en todo el mundo que quedarán obsoletos de la noche a la mañana a partir del 25 de octubre, lo que supone, según los cálculos de la misma entidad, un 40% de los PCs de todo el mundo.

Las implicaciones de no recibir actualizaciones de seguridad son fácilmente comprensibles: los ordenadores equipados con Windows 10, con los agujeros de seguridad que no se ‘parcheen’ a partir de octubre del año que viene, quedarán expuestos, poniendo en riesgo los datos de sus propietarios.

Según PIRG, el 63% de los PCs de todo el mundo corren gobernados por Windows 10.

Ello forzará a empresas y otras organizaciones de todo el mundo a cambiar sus ordenadores a máquinas más modernas que puedan ejecutar Windows 11. El gran problema de toda esta operativa no es solamente el desembolso económico que supondrá para las organizaciones, sino que también engloba el cómo deshacerse de toda la ‘basura electrónica’ que se podrá generar debido a los ordenadores descatalogados que no pueden ejecutar Windows 11.

Y es que según la misma organización estadounidense, solamente el 22% de la ‘basura electrónica’ se recicla.

La solución, de la mano de las escuelas

Es por ello que PIRG organizó una recogida de firmas para forzar a Microsoft a encontrar una solución a este problema, basándose en el programa que la compañía de Redmond propone a las escuelas para que estas puedan seguir disfrutando de actualizaciones de seguridad en Windows 10, con un pago anual durante tres años, consistente en un dólar el primer año, dos el segundo, y cuatro el tercero.

La principal consecución del PIRG, tal y como afirman desde la misma organización, es la de que este programa también se encuentre disponible para empresas y ciudadanía en general, aunque el precio del programa para empresas (el único que se conoce hasta el momento) es considerablemente superior: 61 dólares el primer año, duplicándose a cada uno de los años siguientes.

Desde el PIRG indican que siguen presionando a Microsoft para que ofrezca las actualizaciones de seguridad esenciales de forma gratuita (es decir, aquellas que correspondan a parches para fallos de seguridad graves y fácilmente explotables), argumentando que conservar ordenadores con Windows 10 funcionando de forma segura, ayudará a que la conocida firma informática cumpla con sus objetivos de descarbonización para 2030.

¿Qué debemos hacer?

Tanto los consumidores como las empresas de cualquier país que posean equipos con Windows 10 cuya vida operativa deban ampliar más allá de octubre del 2025, deberán ponerse en contacto con su empresa suministradora de soluciones informáticas, solicitando información sobre los programas que dispone Microsoft para cubrir dichos equipos con actualizaciones de seguridad.

No obstante, la toma de una decisión sobre cuál contratar, debería realizarse no antes de mediados del año que viene, ya que es posible que, por acciones de presión como la que ha realizado el PIRG, la compañía de Redmond vaya actualizando precios y condiciones. Y, al fin y al cabo, estos equipos todavía contarán con actualizaciones de seguridad.