Los recortes de Trump también afectan a las herramientas que garantizan el anonimato en Internet

La Open Technology Fund (OTF) ha iniciado acciones legales para impedir que se bloquee su financiación, argumentando que está en juego la capacidad de millones de usuarios para sortear la censura digital y comunicarse sin restricciones desde regímenes autoritarios.
27 de marzo, 2025
Fotografía oficial de Donald Trump

Actualización 27/3/2025 a las 22:44 – La OTF ha anunciado, vía X, que USAGM ha revocado su orden de finalizar la subvención que percibía la OTF. Por lo tanto, este artículo deja de tener validez como noticia, aunque lo mantenemos en línea.

El pasado 15 de marzo, la agencia estadounidense U.S. Agency for Global Media (USAGM) decidió poner fin a la subvención que recibía el Open Technology Fund (OTF), interrumpiendo así los fondos aprobados por el Congreso de los Estados Unidos y poniendo, de paso, en peligro de supervivencia a toda una serie de proyectos tecnológicos libres que permiten salvaguardar la privacidad online, y que son utilizados por muchos activistas en países que sufren regímenes dictatoriales y, por lo tanto, severos recortes a las libertades individuales.

Entre dichos proyectos se cuentan, por ejemplo, la VPN (red privada virtual, por sus siglas en inglés) OpenVPN, que permite la conexión a la red encriptando las comunicaciones y a través de una IP de otro país; Tor Secure Access Package, que facilita, precisamente, que todas las páginas de la USAGM sean visibles a través de la red Tor; Tails, una distribución GNU/Linux pensada para poder navegar por Internet manteniendo la privacidad y el anonimato; o F-Droid, una tienda de aplicaciones libres para Android, entre otros.

La financiación aportada por el OTF ha venido constituyendo una parte fundamental del presupuesto total de algunas de estas iniciativas, con lo que su corte supondrá un problema grave que pondrá en jaque su continuidad y, por ende, la seguridad de quienes los utilizan para proteger su identidad.

Acción legal de la OTF

La misma institución denuncia que la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) mantiene retenidos los recursos económicos que ya habían sido previamente aprobados para su gestión por parte de la OTF, por lo que la organización asegura que la terminación de su subvención es ilegal y que se verán afectados tanto sus desarrollos actuales como futuros. De acuerdo con OTF, en caso de que prevalezca la postura de la USAGM, se producirían daños irreversibles para numerosas aplicaciones y servicios de privacidad y seguridad en internet.

Por todo ello, la OTF ha presentado una demanda ante un tribunal federal del Distrito de Columbia con el propósito de solicitar una medida cautelar que impida a la USAGM formalizar la terminación de la aportación económica. La acción judicial busca, además, que se desbloqueen inmediatamente los recursos económicos previamente aprobados.

Consecuencias para usuarios y proyectos en todo el mundo

La OTF sostiene que su trabajo adquiere una especial relevancia en el contexto de China, donde se afirma que el gobierno invierte importantes sumas de dinero en mecanismos de control y vigilancia en línea. De no contar con el apoyo financiero requerido, la entidad considera que se vería agravada la situación de millones de usuarios sometidos a unos sistemas de bloqueo de información que son cada vez más sofisticados.

Por otro lado, la organización expone que se trata de una iniciativa respaldada por el Congreso, cuyo objetivo principal es contrarrestar la censura digital. Por ello, considera que interrumpir la financiación representaría un riesgo considerable para la seguridad y la comunicación de más de 45 millones de personas en regiones como China, Cuba, Irán, Rusia y otros entornos sometidos a un férreo control informativo, que podrían perder el acceso a herramientas que aseguran un uso seguro y anónimo de la red. Estas aplicaciones se han convertido en la vía principal para entrar en redes sociales y sitios de noticias internacionales sin miedo a represalias.

Mientras el proceso judicial se resuelve, continúa la incertidumbre acerca del futuro de la financiación. Organizaciones y expertos en el ámbito de la seguridad en Internet siguen de cerca la evolución de la demanda, conscientes de su posible repercusión en la autonomía de millones de internautas en todo el mundo.