Las pymes españolas están preparando sus sistemas para la entrada en vigor de la facturación electrónica obligatoria a partir de julio de este 2025. Así lo expone Sage, compañía especializada en tecnología de contabilidad, finanzas, RRHH y nóminas, en la presentación de sus resultados correspondientes al año fiscal de 2024 (FY24).
Según la firma, esta transición está reforzando la apuesta de las pequeñas y medianas empresas por la nube, con vistas a adaptarse a los nuevos requisitos y a la necesidad de actualizar procesos de negocio que hasta ahora se apoyaban en software on-premise (es decir, en los ordenadores en local de las oficinas).
Según el managing director de Sage Iberia, la adopción de servicios en la nube mantiene un crecimiento sostenido de doble dígito. Este auge responde, en gran medida, a los cambios normativos que obligan a una “reingeniería” de los procedimientos financieros y, también, a la optimización de los costes y la mejora de la eficiencia que buscan numerosas compañías en España y Portugal.
Crecimiento estable y migración digital
La firma ha hecho públicos los datos de su año fiscal 2024, con un incremento global del 9% en los ingresos totales y un 11% más en los ingresos recurrentes. Este patrón da continuidad a su evolución en el campo SaaS, impulsando la transformación digital de las empresas que precisan reorganizar sus flujos de trabajo antes de la llegada de la facturación electrónica.
En la región de Iberia, el crecimiento se sitúa en un 7%, derivado del incremento en la demanda de soluciones en la nube y la captación de 7.000 nuevos clientes. Además, la reciente solución ERP 100% cloud de la compañía suma 800 implantaciones en su primer año.
La estrategia de Sage ha pasado por acelerar la migración de sus clientes a entornos cloud y reforzar los servicios de asesoramiento. Según la empresa, este enfoque los ha preparado mejor para el año fiscal de 2025, momento en el que la obligatoriedad de la factura electrónica obligará a numerosas PYMEs a renovar aplicaciones obsoletas.
Impacto en la economía y en el empleo
La contribución de Sage y su ecosistema de socios profesionales se ha cuantificado en un estudio de impacto a escala europea y nacional. En España y Portugal, alrededor de 1,45 millones de PYMEs emplean soluciones de la empresa, lo que se traduce en un ahorro medio anual de 15.340 euros en costes operativos por compañía. Estas cifras suponen 1.600 millones de euros en total para la región ibérica.
La aportación de las soluciones de Sage y su red de asociados representa un 0,03% del PIB sumando España y Portugal. A escala continental, la cifra se eleva a un 0,02% del PIB europeo, con 3,2 millones de pequeñas y medianas empresas que interactúan con sus tecnologías.
Sage mantiene 6.500 empleados en Europa, de los cuales 1.290 se ubican en la región de Iberia, donde un 40% se dedica al desarrollo de software y exporta conocimiento a otros mercados.
Estrategia de negocio para 2025
De cara a 2025, la firma ha planteado cinco ejes fundamentales que tienen como objetivo principal consolidar su posición en las áreas de contabilidad y finanzas, al mismo tiempo que se potencia el tránsito a la nube. Con ello, se busca:
- Mantener su presencia en el segmento de las pequeñas empresas.
- Ampliar los servicios prestados a los clientes actuales y acercarlos al entorno cloud.
- Fortalecer su colaboración con el ecosistema de partners, especialmente en el ámbito de la venta indirecta y el desarrollo de soluciones complementarias.
- Asegurar la competitividad en el segmento medium mediante herramientas de gestión de tesorería y recursos humanos.
- Impulsar la adopción de Sage Network, una plataforma que aspira a automatizar los flujos de facturación y dotarlos de mayor seguridad e inteligencia artificial.
Dentro de este planteamiento, la migración de instalaciones locales a sistemas online resulta clave, ya que se pretende alcanzar una conectividad significativa de la base de clientes a la red global de Sage en 2025.
La factura electrónica como oportunidad de modernización
La inminente obligatoriedad de la factura electrónica se perfila como el gran reto para las PYMEs españolas en el corto plazo, aunque también se percibe como un motor de desarrollo tecnológico. Desde la perspectiva de la compañía, la mayoría de estos negocios debe reformular sus procesos y formar al personal, evitando dejar los ajustes para el último momento. Se espera que esta transformación contribuya a ganar en productividad, como se ha constatado en otros países donde la facturación digital ya es estándar.
Para respaldar el proceso de adaptación, Sage lleva a cabo seminarios y encuentros dirigidos a clientes y socios. Además, mantiene un contacto estrecho con la administración pública, con el fin de conocer los requisitos técnicos de la nueva regulación y trasladarlos a su comunidad de usuarios.