Las empresas españolas frenan el impulso de la IA por la falta de confianza y escasez de competencias

Un reciente estudio apunta a que el 37% de las organizaciones en España mantiene entre 11 y 50 proyectos de inteligencia artificial sin pasar de la fase de planificación, mientras se afianzan los retos regulatorios y la mala calidad de datos.
7 de marzo, 2025

Un informe de la compañía Qlik, basado en encuestas a más de 250 altos ejecutivos y responsables de proyectos de IA en España, revela que muchas empresas reconocen la relevancia de esta tecnología para alcanzar objetivos estratégicos o mejorar su rentabilidad, pero se topan con dificultades para implantarla.

El 86% de los participantes estima que la inteligencia artificial es esencial o, al menos, muy importante en sus estrategias, aunque sólo un reducido número de iniciativas llega a completarse. Según los datos, el 37% de las compañías maneja hasta 50 proyectos en fase de definición, pero sin que avancen a la práctica real.

Además, un 27% afirma haber impulsado alrededor de 50 proyectos en algún estadio de desarrollo, aunque terminaron por cancelarlos por completo. La consecuencia es que estos planes no logran consolidarse ni ofrecer un retorno tangible. Ante esta situación, más de dos tercios de los encuestados, en torno al 68%, ven atractivas las soluciones de IA “listas para usar” como medio para agilizar su implantación y reducir los riesgos asociados.

Falta de habilidades y normativa restrictiva

Las principales causas que explican la paralización de los proyectos abarcan desde las exigencias regulatorias hasta la calidad de los datos. Un 24% subraya los retos normativos como un obstáculo crítico, mientras que un 23% identifica la escasez de competencias y conocimientos en su plantilla como un factor determinante.

Algo que la IA requiere de forma imperativa, es que los datos con los que trabaja sean fiables, pero un 21% reconoce no confiar en sus propios datos, aludiendo a la posibilidad de errores, sesgos o resultados inesperados.

Otro desafío que entorpece la adopción de IA en las empresas es la falta de confianza. De hecho, un 32% considera que la alta dirección mantiene dudas sobre la aplicación de la inteligencia artificial, y la mitad de los encuestados estima que el personal tampoco confía en dicha tecnología. En consecuencia, un 61% advierte que esta incertidumbre está reduciendo su inversión en inteligencia artificial, lo que limita sus posibilidades de crecimiento a corto y medio plazo.

Necesidad de formación y estrategia a largo plazo

Entre las conclusiones del estudio destaca el potencial de España para liderar, en un futuro próximo, las competencias relacionadas con la IA, según el 55% de los encuestados. Sin embargo, para situarse en este escenario de vanguardia, la mayoría coincide en que debe reforzarse la formación y la adquisición de habilidades, además de requerir un mayor apoyo desde las administraciones públicas. De hecho, un 74% cree que el Estado debería brindar más respaldo económico e iniciativas formativas.

Las empresas encuestadas señalan que el paso de la teoría a la práctica exige una estrategia clara, que trace objetivos concretos y evalúe las necesidades técnicas y culturales. En ese sentido, portavoces de Qlik subrayan la importancia de la cultura interna y de la definición de los procesos para evitar que los proyectos se queden únicamente en fase de prueba de concepto. Con ello, se persigue avanzar hacia implantaciones efectivas de IA que proporcionen un retorno claro y ayuden a optimizar la relación con los clientes.