La creciente relevancia de la inteligencia artificial (IA) en ámbitos críticos ha llevado a múltiples gobiernos a poner en marcha estrategias nacionales de soberanía tecnológica. La consultora GlobalData destaca, en un nuevo análisis, que esta evolución no solo responde a necesidades de innovación, sino también a preocupaciones relacionadas con la seguridad nacional y la autonomía económica. En este nuevo paradigma, las empresas tienen la responsabilidad de adaptarse y capitalizar las oportunidades que surgen en torno a estos marcos estratégicos.
A menudo limitada en el debate público a temas de infraestructura tecnológica, la soberanía de la IA debe entenderse en un sentido más amplio; según GlobalData, esta soberanía incluye capacidades relacionadas con el diseño y la fabricación de chips, la disponibilidad de instalaciones de procesamiento de IA, la custodia de los datos, el desarrollo de modelos de IA —como los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM)—, así como la creación de un entorno regulador apropiado y el fomento del talento especializado.
El ritmo de innovación que acompaña a estas estrategias gubernamentales impone a las empresas la necesidad de mantenerse ágiles ante una dinámica de mercado cada vez más cambiante. La consultora recomienda que las organizaciones adopten soluciones flexibles, que no solo les permitan adaptarse a nuevas exigencias tecnológicas, sino que también eviten la dependencia de proveedores únicos. Este enfoque es esencial para asegurar la continuidad de negocio y la resiliencia operativa.
En este contexto, la capacidad de las empresas para pivotar hacia soluciones locales cobra relevancia. Las organizaciones deben diseñar estrategias que les permitan reaccionar con rapidez ante cambios regulatorios o geopolíticos, incluyendo la posibilidad de recurrir a recursos tecnológicos disponibles en su propio territorio.
El talento como base de la soberanía tecnológica
La creación de una base local de conocimientos y capacidades en IA será determinante para el éxito de cualquier estrategia nacional de soberanía. De acuerdo con GlobalData, los países que no forman parte del núcleo de desarrollo tecnológico tradicional —como Estados Unidos— tienen ante sí una oportunidad estratégica: atraer talento cualificado que, en otros tiempos, habría optado por trabajar o formarse en territorio estadounidense.
Las actuales dificultades migratorias y de visado en EE. UU., sumadas al crecimiento de la inversión gubernamental en IA en otros países, están generando un entorno propicio para que profesionales tecnológicos busquen nuevas oportunidades en otras regiones. Esto supone un escenario favorable tanto para los gobiernos como para las empresas que apuesten por ampliar su base de expertos en inteligencia artificial.
En definitiva, la soberanía de la IA redefine los ejes estratégicos del sector tecnológico a escala global. Las empresas que se alineen con estas nuevas dinámicas, invirtiendo en soluciones ágiles, talento local y tecnologías abiertas, estarán mejor posicionadas para afrontar los retos futuros y consolidar su competitividad en un entorno digital en constante transformación.