La revolución de la IA exige nuevas reglas de juego en compras, gobernanza y ciberseguridad

El capital riesgo respaldó 2.049 proyectos de IA en 2024 (un 13% más que el año anterior) y elevó la inversión anual a 89,7 mil millones de dólares, el mayor registro hasta la fecha, según el Artificial Intelligence Index Report 2025.

En 2024, las startups de inteligencia artificial cerraron uno de sus mejores ejercicios pese a la inflación, las restricciones estadounidenses a la exportación de chips y las dudas sobre la valoración de algunos gigantes del sector. El recuento elaborado por Stocklytics a partir de datos de Crunchbase muestra que el número de compañías que recibieron su primera ronda alcanzó las 2.000 a escala global, un salto del 70% respecto a 2019.

Aunque la captación de fondos en IA venía creciendo de forma constante, la cifra agregada de 89,7 mil millones de dólares refleja un salto cualitativo que consolida la disciplina como polo prioritario para los fondos de capital riesgo.

Los registros del Artificial Intelligence Index Report 2025 señalan que los inversores respaldaron 850 compañías más en 2024 que en 2019, lo que supone un incremento acumulado del 71%. Este auge se ha visto favorecido por el descenso de los costes de cómputo, la madurez de los modelos fundacionales y la proliferación de casos de uso (desde la automatización de procesos hasta los copilotos corporativos) que aceleran el time-to-market.

Para los responsables de TI y los departamentos de compras, la lectura es clara: el abanico de soluciones basadas en IA no solo crece en número, sino también en especialización, lo que obliga a revisar con mayor frecuencia los mapas de proveedores y a reforzar los criterios de gobernanza de datos y ciberseguridad.

Un arranque de 2025 que apunta a nuevo récord

Los primeros tres meses de 2025 confirman la tendencia. Crunchbase contabiliza 22,3 mil millones de dólares invertidos en IA entre enero y marzo, casi el doble que en el mismo periodo de 2024 y el segundo trimestre más alto de la serie histórica. Este volumen equivale ya al 70% de todo lo comprometido en 2022 y 2023 juntos.

Detrás de este impulso figuran operaciones de gran tamaño en xAI, Figure AI o los nuevos proyectos de robótica de Meta, además de la presión creciente para que las startups entreguen aplicaciones de valor inmediato en sectores como salud, finanzas o manufactura.

La velocidad de la financiación aboca a un mercado muy competitivo, donde la diferenciación pasará por la solvencia técnica y la capacidad de integración con infraestructuras empresariales existentes. Para los CIO, el reto será evaluar con rigor la viabilidad de las soluciones y garantizar que los modelos cumplen los requisitos de privacidad, explicabilidad y coste de propiedad antes de su despliegue.

Todo apunta a que 2025 podría superar la marca histórica de 2024 si el ritmo actual se mantiene. En ese escenario, la adopción de IA en la empresa exigirá políticas más sólidas de gestión de riesgos y un alineamiento claro entre las áreas de negocio y tecnología.