La IA redefine la evolución de los centros de datos a lo largo del 2025

El crecimiento exponencial de la inteligencia artificial exige cambios profundos en la construcción, el consumo energético y la gestión de la infraestructura, según las previsiones para el próximo año.
4 de febrero, 2025

En 2024 se hizo evidente la necesidad de adoptar procesos más eficientes en los centros de datos, debido al incremento exponencial de la demanda de computación de IA y al aumento de los costes energéticos. De cara a 2025, las estrategias previstas para abordar estos retos comenzarán a materializarse en nuevas ubicaciones de centros de datos, en la adopción de soluciones de refrigeración optimizadas y en la búsqueda de fuentes de energía más sostenibles.

Estudios recientes señalan que las implementaciones de IA podrían incrementar hasta un 160% el consumo energético de los centros de datos, reflejando el ritmo acelerado al que los procesadores especializados, como las GPU, deben trabajar para responder a la demanda. Organismos como la AIE apuntan a que esta tendencia duplicará el uso de electricidad hacia 2026, consolidando el papel crítico de la eficiencia en la gestión de infraestructuras.

Crece la construcción de centros de datos

La expansión de la IA en múltiples facetas empresariales impulsa un ritmo acelerado de construcción de centros de datos. Numerosas compañías tecnológicas han elevado sus inversiones para ofrecer IA como servicio, permitiendo a otras organizaciones incorporar herramientas de IA, incluyendo las de tipo generativo, con distintos propósitos.

En paralelo, la escasez de personal especializado en TI se ha mantenido, lo que ha motivado el uso de IA para supervisar y optimizar la operación de los centros, reduciendo el desgaste laboral en los equipos de administración.

El reto de garantizar un suministro eléctrico estable y seguro ha llevado a considerar ubicaciones menos habituales, así como alianzas estratégicas para la adquisición de energía. Algunas empresas incluso han apostado por la generación nuclear destinada al sector del centro de datos, una elección que busca equilibrio entre fiabilidad y sostenibilidad.

Eficiencia y mayor densidad de fibra

La computación basada en GPU incrementa la complejidad al exigir una comunicación fluida entre todas las unidades de procesamiento. Para mantener el rendimiento, se recurre a infraestructura de fibra de alta densidad, agrupando más fibras y conectores en espacios reducidos. Esto ayuda a acomodar la migración hacia velocidades de 800G nativos en las grandes operadoras, con el fin de responder al incremento de capacidad que se prevé con la generalización de la IA.

Para controlar el impacto térmico y reducir costes, los sistemas de refrigeración por agua se consolidan como alternativa a la ventilación con aire forzado. Evitar picos de temperatura resulta fundamental para minimizar interrupciones y prolongar la vida útil de los equipos en un entorno en el que cada vez se concentran más recursos en menos racks.

Oportunidades en centros de datos de tipo multi-tenant

Mientras que los gigantes de la nube continúan ampliando su infraestructura, los MTDC (multi-tenant data centers) se preparan para mantener el pulso en un mercado donde las necesidades de las empresas varían con rapidez. Estas instalaciones necesitan evolucionar con componentes de fibra estandarizados y fáciles de instalar, de manera que se simplifiquen los cambios de configuración y se reduzca la dependencia de personal altamente especializado.

Las soluciones plug-and-play que ofrecen los proveedores de infraestructura de fibra, facilitan la adaptación de los MTDC a los nuevos entornos, ayudando a cumplir con requisitos operativos estrictos y acordando niveles de servicio adecuados para un abanico de clientes cada vez más amplio.

Hacia una nueva etapa en la era de la IA

La evolución de los centros de datos en 2025 estará marcada por la búsqueda de soluciones energéticas más fiables y por un replanteamiento de la disposición de la infraestructura, en respuesta a la mayor densidad de computación exigida por la inteligencia artificial. Aunque la falta de personal especializado sigue siendo un obstáculo, la IA comienza a paliar estos déficits aplicando sistemas de monitorización y gestión que permiten a las operadoras cubrir brechas y sostener el crecimiento.

A medida que la IA siga expandiéndose en la empresa, los centros de datos funcionarán como la base de la innovación, encargados de suministrar la potencia necesaria para transformar las expectativas en beneficios tangibles. Del mismo modo que la tecnología evoluciona, estas instalaciones estarán obligadas a adaptarse de forma constante para responder a un mercado digital en plena efervescencia.