A medida que se acerca 2025, España se enfrenta a desafíos significativos en el mercado laboral, marcados por el envejecimiento de la población y la creciente desconexión entre las competencias de los trabajadores y las demandas empresariales. Según InfoJobs, aunque el país ha experimentado un crecimiento económico sólido, liderado por un aumento del PIB del 3% según la OCDE, persisten desequilibrios estructurales, como la alta tasa de desempleo, que se sitúa en el 11,2%, la más elevada de la Unión Europea.
El relevo generacional es uno de los mayores retos. Con una natalidad en declive constante, el Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó el menor número de nacimientos desde 1941, mientras que la población mayor de 65 años representa ya el 20,4% del total.
Este fenómeno, que afecta especialmente a sectores como la sanidad, la educación y la industria manufacturera, se traduce en una reducción de profesionales jóvenes disponibles, exacerbando la dificultad para cubrir vacantes clave.
Los sectores de pleno empleo para 2025
Pese a los retos, algunos sectores presentan oportunidades de pleno empleo. El sector tecnológico encabeza la lista, impulsado por la digitalización y la automatización. Profesiones como ingeniero de inteligencia artificial o analista de ciberseguridad están en auge, con un crecimiento significativo en la publicación de ofertas desde 2019, según DigitalES. Además, la inteligencia artificial se integra cada vez más en las tareas diarias de los empleados, con un 33% de ellos utilizándola regularmente, según InfoJobs.
Otro sector destacado es el empleo verde, con la transición energética creando millones de oportunidades laborales en energías renovables y tecnologías bajas en emisiones. Según el World Economic Forum, estas industrias podrían generar 30 millones de empleos adicionales para 2030. La sanidad y la salud también verán un incremento en la demanda de médicos, enfermeros y especialistas debido al envejecimiento de la población.
La formación, clave para cerrar la brecha laboral
La desconexión entre las competencias de los trabajadores y las demandas del mercado es evidente; mientras que el 32% de los candidatos tiene estudios universitarios, solo el 12% de las ofertas los requiere, según InfoJobs y Esade. En este contexto, la Formación Profesional Dual emerge como una solución efectiva para reducir la brecha de competencias, especialmente en sectores clave como la industria y la tecnología. Sin embargo, más de la mitad de las empresas desconocen este modelo educativo, lo que limita su impacto.
El reskilling, o actualización de competencias, se posiciona como otra herramienta esencial, tanto para jóvenes como para trabajadores sénior, quienes se enfrentan a altas tasas de desempleo. Este enfoque resulta crucial en un entorno cada vez más digitalizado, donde la adaptabilidad es clave para mantener la competitividad.
Un futuro lleno de retos y oportunidades
El mercado laboral de 2025 estará, en definitiva, marcado por desafíos estructurales, como el relevo generacional y la falta de competencias, pero también por oportunidades en sectores emergentes como la tecnología, las energías renovables y la sanidad. Para aprovechar estas oportunidades, será crucial implementar políticas activas de empleo y formación, fomentando la adaptabilidad y la innovación como pilares para un mercado laboral más equilibrado y competitivo.