Según un reciente informe elaborado por Cegid en colaboración con ASSET, alrededor de un 39% de los directores financieros en España todavía no han implementado la factura electrónica, a pesar de la inminente obligatoriedad derivada de la Ley Antifraude, establecida para el 1 de julio de 2025. El estudio destaca que, si bien el 80% de los encuestados tiene cierto conocimiento sobre las exigencias de la nueva normativa y el sistema Verifactu, la adopción real se encuentra rezagada.
Este escenario contrasta con la experiencia de otros países europeos que ya han consolidado la digitalización de la facturación y están viendo ventajas en la eficiencia administrativa y la reducción del fraude fiscal. En España, sin embargo, persisten la resistencia interna al cambio y la falta de tiempo para llevar a cabo la implementación tecnológica.
Falta de implementación y resistencia al cambio
El informe, denominado “El uso de la tecnología y la IA en la empresa española: Una visión desde el departamento financiero”, señala que el 61% de los directores financieros no ha adoptado aún un sistema de factura electrónica. Entre ellos, muchas empresas esperan a la publicación definitiva de la legislación para dar el paso, lo que podría desencadenar una oleada de implementaciones en el último momento.
Entre los distintos tamaños de empresa, las de más de 1.000 empleados lideran la transición con un 56% de adopción, seguidas de las compañías con menos de 9 empleados, con un 48%. Por otro lado, un 36% de los encuestados considera que la comunicación por parte de los fabricantes de software resulta insuficiente, lo que dificulta la modernización de los procesos de facturación.
Beneficios de la adopción temprana
Los impulsores de la factura electrónica defienden que su introducción temprana supone no solo la conformidad normativa, sino también una oportunidad de optimizar la gestión financiera. La automatización reduce errores administrativos y agiliza el flujo de caja, a la vez que la integración con herramientas de inteligencia artificial potencia la eficacia y la precisión en la toma de decisiones.
En esta línea, el estudio enfatiza que los departamentos financieros ven con interés la digitalización, aunque un 36% se enfrenta a dificultades internas para su materialización. Según afirman los responsables de Cegid, quienes ya han procesado más de 2,5 millones de facturas electrónicas, la clave está en combinar el cumplimiento regulatorio con la mejora de los procesos internos y un mayor control sobre la situación financiera de las compañías.