La digitalización en España exige infraestructuras robustas ante el auge del tráfico de datos y la IA

En el Día Mundial de las Telecomunicaciones, Equinix destaca la necesidad de integrar los centros de datos en la planificación energética e industrial para posicionar a España como un hub tecnológico global.
19 de mayo, 2025

La penetración de Internet en España rozará este año el 94% de la población, con más de 19 millones de hogares conectados y un uso medio diario de 5 horas y 42 minutos, según datos de Equinix. Coincidiendo con el vigésimo aniversario del Día de Internet y el quinto desde la pandemia de COVID-19, la compañía enfatiza que la digitalización ya va más allá del teletrabajo y requiere infraestructuras robustas capaces de soportar el crecimiento del tráfico de datos y las nuevas cargas de trabajo impulsadas por la IA.

La inversión en IA en España alcanzará los 3.110 millones de euros en 2025, de los que 600 millones proceden de fondos públicos. Los principales destinos son industria y ciudades (125 millones), cloud y big data (84 millones) y ciberseguridad (78,6 millones). Con el 75% de las empresas españolas adoptando herramientas de IA, se prevé un aumento notable en la generación y el consumo de datos, lo que reforzará la necesidad de infraestructuras de cómputo y almacenamiento cercanas al usuario.

Frente a esta creciente demanda, los centros de datos emergen como piezas clave. “Los centros de datos, como espacio físico donde se desarrolla la economía digital, deben ser reconocidos como un activo estratégico dentro de la infraestructura digital, como ya ocurre con los cables de fibra óptica o las torres de comunicación”, afirma Eulalia Flo (CEO de Equinix en España).

Su presencia en áreas metropolitanas no solo crea empleo, sino que reduce la latencia, mejora la resiliencia y facilita la interconexión global, atraer inversiones y optimizar la experiencia de navegación del ciudadano medio.

Hacia una estrategia nacional integrada

Para aprovechar esta oportunidad, Equinix demanda un enfoque estratégico a nivel nacional que contemple la ubicación de los data centers en la planificación energética y las políticas industriales. La disponibilidad y el coste de la energía serán determinantes para la competitividad y la sostenibilidad de la infraestructura digital, poniendo a España en el mapa de los grandes hubs tecnológicos.

Madrid se ha consolidado como el centro digital del sur de Europa, atrayendo centros de I+D de multinacionales. Cataluña refuerza su apuesta en biotecnología con el BioCluster y el supercomputador MareNostrum. Barcelona impulsa su ecosistema DeepTech con nuevos cables submarinos. Valencia destaca en semiconductores y ciberseguridad, y Andalucía apuesta por la IA y las energías renovables aplicadas al ámbito digital. Estas dinámicas regionales evidencian el potencial de España para convertirse en un referente global en infraestructura digital.