Las consultas en Google relacionadas con agentes de IA (AI agents) han experimentado un incremento del 900% a lo largo del último año, según un análisis de datos de Google Trends realizado por Finbold. El interés se mantuvo en alza moderada a principios de 2025, con un repunte acelerado a inicios de marzo, alcanzando un trend score de 100 el 9 de marzo. Dicho nivel indica el máximo valor que Google otorga en su escala de popularidad, un hecho que pone de relieve el interés sin precedentes que despierta esta nueva generación de inteligencia artificial.
La concentración de búsquedas en la región de Asia oriental resulta particularmente notoria. Entre los países con mayor actividad al respecto destaca China, con un nivel de 100 en las búsquedas, seguido a cierta distancia por Singapur, Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán.
De forma llamativa, las naciones occidentales no aparecen entre los diez primeros puestos, mientras que Israel y algunos Estados de Asia central cierran la clasificación de los más activos en este campo.
Manus AI y el liderazgo de China en la innovación
El punto de inflexión en la curva de búsquedas está estrechamente relacionado con la aparición de Manus AI, un novedoso “AI agent” desarrollado en China y actualmente disponible solo mediante invitación. Si bien se conoce que maneja una arquitectura diferente a la de los modelos habituales en Silicon Valley, escasean los detalles completos sobre su funcionamiento al ser un producto en una fase muy temprana.
A diferencia de la mayoría de las inteligencias artificiales presentes en el mercado –centradas en la asistencia y dependientes de prompts continuos–, estos agentes están diseñados para asumir tareas complejas con un aporte mínimo de instrucciones, lo que podría representar un impacto significativo en diversos sectores laborales. Con capacidades variadas y en la nube, la plataforma ofrece un modo de funcionamiento permanente, sin requerir que el dispositivo del usuario permanezca conectado.
Un horizonte de cambios y preocupaciones reguladoras
La propuesta de Manus AI difiere de otros ejemplos de agentes de IA conocidos –como los bots de predicción o de compraventa de criptomonedas– por su versatilidad. Según la limitada información disponible, el sistema podría realizar operaciones de análisis de documentación, selección de perfiles profesionales y búsquedas de inmuebles con criterios avanzados.
Pese a las oportunidades, el hecho de que estas tecnologías se lancen de forma tan ágil está generando incertidumbre sobre la posible respuesta de los reguladores, tanto en Asia como en el resto del mundo. Por su parte, la rápida evolución de agentes con un mayor grado de autonomía suscita inquietud en torno a la sustitución laboral y la necesidad de establecer un marco ético y legal adecuado.
La polémica campaña de “Stop Hiring Humans” que promovió Artisan AI en diciembre de 2024 ya anticipaba la inquietud respecto a la disminución del rol de los seres humanos ante la llegada de sistemas que podrían completar tareas con un control mínimo. Sea como fuere, la lógica de que los mandos intermedios serían los primeros en verse afectados por esta “segunda era de la automatización” resurge con la irrupción de Manus AI y otros agentes capaces de actuar en múltiples frentes.