La transformación digital se ha posicionado como un factor determinante en el futuro de la edificación. Según datos de IFS, el 63% de las empresas de construcción planea adoptar nuevas plataformas ERP en los próximos dos años, con el objetivo de integrar operaciones y optimizar la gestión de proyectos. Esta evolución abre el camino a la inteligencia artificial en la planificación, al mismo tiempo que facilita la obtención de datos más precisos para la toma de decisiones.
Actualmente, el 71% de las compañías del sector supera con frecuencia los presupuestos y plazos previstos. La incorporación de sistemas unificados y la supervisión a través de plataformas digitales ayudan a mejorar el control financiero, a mitigar riesgos y a aportar mayor transparencia. Con estas iniciativas, los proyectos pueden ajustar mejor sus márgenes y reducir los desajustes habituales durante la ejecución.
Diversificación y sostenibilidad como impulsores del crecimiento
En un horizonte de tres años, el 60% de las empresas de construcción apostará por ampliar sus fuentes de ingresos, explorando opciones como la gestión de instalaciones, el mantenimiento, la construcción modular y diversos formatos de alquiler. Estas líneas de negocio permiten evitar la dependencia de contratos puntuales y poco estables.
La sostenibilidad tendrá un papel primordial. Se estima que antes de que finalice 2025, más del 60% de las organizaciones del sector incluirá objetivos ambientales en sus procesos de digitalización. Normativas como la CSRD en Europa y los certificados LEED en Norteamérica influyen de forma notable en la adopción de materiales estandarizados y el traslado de tareas a centros de ensamblaje externos. A su vez, las plataformas digitales ayudan a monitorizar la huella de carbono y la eficiencia energética en tiempo real, cumpliendo requisitos medioambientales cada vez más estrictos.
Normalización y digitalización para mejorar la eficiencia
Para 2025, el 80% de las compañías del sector priorizará la normalización de procesos, datos y materiales. Esta tendencia se traducirá en un mayor control y en un enfoque basado en la coherencia de toda la cadena de valor. Un sistema de gestión centralizado permitirá a las empresas analizar el rendimiento de sus proyectos y descubrir puntos de mejora de manera continuada.
En este contexto, la construcción industrializada, basada en piezas prefabricadas y diseños modulares, cobra relevancia al acortar los tiempos de ejecución entre un 30% y un 50%. Con este enfoque, se generan economías de escala y se minimizan incidencias relacionadas con obras tradicionales, traduciéndose en un control más riguroso de costes y plazos.
La irrupción de la IA y los gemelos digitales
Se proyecta que, para 2025, el 55% de las empresas de construcción e ingeniería haya integrado la inteligencia artificial en sus operaciones. Estas aplicaciones, enfocadas en el análisis predictivo y la detección de anomalías, permiten anticipar interrupciones en la cadena de suministro y agilizar la planificación. No obstante, el aprovechamiento pleno de la IA depende de la centralización y el orden en el manejo de los datos, ya que la unificación de la información reduce riesgos y potencia los resultados.
Por otra parte, la tecnología de gemelos digitales se presenta como otra de las soluciones más demandadas para supervisar activos en tiempo real y optimizar su mantenimiento. Las empresas que adopten estos modelos obtendrán información detallada sobre el comportamiento de sus proyectos, lo que favorece la toma de decisiones y ayuda a cumplir con metas financieras y operativas.