La mayoría de las empresas en España ya dispone de una estrategia formal de inteligencia artificial (IA), según el último estudio internacional publicado por Kyndryl, proveedor global de servicios tecnológicos. Sin embargo, el informe también revela una brecha significativa entre la planificación tecnológica y la preparación del capital humano, un factor crítico para obtener resultados sostenibles a largo plazo.
El primer estudio People Readiness Report de Kyndryl, elaborado a partir de una encuesta a más de 1.000 altos ejecutivos de negocio y tecnología en 25 sectores y ocho regiones, pone de manifiesto que muchas organizaciones han avanzado en la adopción de soluciones basadas en IA, pero no han alineado sus estrategias laborales al mismo ritmo.
En el caso de España, el 90% de los directivos participantes asegura que sus empresas ya cuentan con una estrategia para implantar la IA, lo que refleja una clara orientación hacia la transformación digital. Sin embargo, el 72% de estos líderes admite que sus plantillas aún no están preparadas para sacar el máximo partido a estas tecnologías. Además, el 57% considera que todavía no disponen del talento interno adecuado para manejar herramientas avanzadas de IA.
El informe también identifica una resistencia significativa al cambio por parte de los empleados. Un 22% de los encuestados señala que existe una postura de rechazo o incluso hostilidad hacia la IA por parte de la mayoría de la plantilla, lo que supone un obstáculo adicional para su implementación efectiva.
Ante este panorama, los directivos españoles apuestan por la formación como vía principal para cerrar la brecha. El 76% prefiere capacitar a sus actuales equipos en lugar de incorporar nuevos perfiles especializados, opción que solo contempla un 24% de los encuestados. Esta estrategia busca garantizar una adopción sostenible de la tecnología, fomentando una cultura empresarial alineada con los objetivos de transformación digital.
En cuanto a los usos más frecuentes de la IA en España, el estudio indica que las soluciones se destinan principalmente a la optimización de procesos operativos y al incremento de la productividad. No se detallan otros usos específicos, lo que sugiere una fase aún inicial de adopción centrada en la eficiencia.