La tradicional contraseña alfanumérica, pilar de la seguridad digital durante décadas, está siendo reemplazada por métodos de autenticación más robustos y fáciles de usar. Según Rubricae, compañía especializada en soluciones de identidad digital, el debate actual no se centra en eliminar las contraseñas, sino en transformarlas en credenciales más seguras. En el marco del Día Mundial de la contraseña (que se celebra el 1 de mayor), la empresa destaca el papel de la biometría como una herramienta clave para redefinir el concepto de acceso ciberseguro.
Un reciente estudio de Kaspersky revela que el 59% de las contraseñas analizadas puede descifrarse en menos de una hora, y el 45% en menos de un minuto. Solo el 23% ofrece una resistencia superior a un año. Este contexto refleja una fragilidad estructural del sistema tradicional, que se ve agravada por la dificultad de los usuarios para gestionar múltiples claves seguras. En este escenario, tecnologías basadas en rasgos biométricos únicos, como el rostro o la voz, emergen como alternativas sólidas para garantizar la identidad digital.
Autenticación sin fricciones y con mayor protección
Rubricae plantea que el uso de la biometría representa un cambio conceptual relevante: ya no se trata de recordar una clave, sino de ser la clave. La autenticación se basa en datos intransferibles, lo que limita de forma significativa la posibilidad de ataques externos o suplantaciones de identidad. Además, este tipo de verificación permite una experiencia de usuario más fluida y sin la necesidad de introducir información manualmente.
Los sistemas biométricos ofrecen una superior resistencia al phishing, reducen los errores humanos y suprimen el riesgo de compartir o reutilizar contraseñas. Estas características mejoran la seguridad general del sistema sin sacrificar la comodidad del acceso.
Aplicaciones reales en sectores estratégicos
La compañía indica que el uso de la biometría se ha extendido más allá de los sectores pioneros. Actualmente, se emplea en banca, sanidad, comercio electrónico y administraciones públicas; lo que evidencia su aplicación transversal en el ecosistema digital. Procesos como la apertura de cuentas bancarias o la autenticación en servicios públicos ya incorporan tecnologías biométricas para garantizar la fiabilidad y trazabilidad de la identidad.
Además de mejorar la seguridad, estas soluciones contribuyen a la reducción de costes operativos y tiempos de gestión, factores especialmente relevantes en entornos empresariales en los que la eficiencia del proceso de autenticación es crítica.
Cumplimiento normativo y marco legal
Uno de los elementos que Rubricae destaca como clave para la consolidación de la biometría es su alineación con las normativas vigentes, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) o la normativa europea eIDAS. Estas leyes establecen estrictos requisitos para el tratamiento de datos personales, en especial aquellos considerados sensibles, como los datos biométricos.
La compañía sostiene que, cuando estas tecnologías se implementan con garantías de privacidad, consentimiento y responsabilidad, no solo cumplen con la legislación, sino que también ayudan a reforzar la confianza social en su uso. La aceptación generalizada dependerá en última instancia de la capacidad de las organizaciones para asegurar que la adopción de estos sistemas se realiza conforme a los principios de ética digital.