Este movimiento viene acompañado de una señal clara: Google Cloud se centra ahora en la seguridad. Y tiene sentido. El mercado respondió con una caída del 3% en las acciones de Alphabet, pero la lógica a largo plazo parece sólida. Wiz ha crecido exponencialmente en los últimos años y ya supera los 500 millones de dólares de ingresos recurrentes anuales.
O más que reforzar su cartera de seguridad, lo que gana Google Cloud es una pieza crítica para desbloquear el crecimiento empresarial. La lectura de los analistas es clara: competir con Azure significa ofrecer una pila más completa. La seguridad robusta ya no es un extra: se ha convertido en un requisito básico.
También hay un detalle relevante: incluso con la integración, los productos de Wiz seguirán estando disponibles en plataformas rivales. Alphabet hace un guiño a la interoperabilidad, anticipándose al escrutinio normativo que se avecina. Es un movimiento preventivo, pero también estratégico: mantener el negocio abierto aumenta la penetración y dificulta las objeciones antimonopolio.
La estructura del acuerdo refuerza la convicción de Alphabet: la cláusula de rescisión supera los 3.200 millones de dólares, una de las más altas de la historia. No se paga esa cantidad sin convicción (o una clara lectura política). Pese a la retórica anti Big Tech de la nueva administración Trump, el mercado parece confiar en que la operación saldrá adelante. El nombramiento de Andrew Ferguson para la FTC alimenta esta expectativa.
La adquisición de Wiz es también un capítulo más de la pujanza de la ciberseguridad israelí. Tras Siemplify (2022) y Own (2024), Alphabet vuelve a Tel Aviv, donde la innovación en seguridad siempre parece ir un paso por delante.
La pregunta sigue siendo: ¿será capaz Alphabet de integrar bien este activo? Su historial en fusiones y adquisiciones no es precisamente estelar. Pero esta vez, la tesis está alineada con el negocio principal de Google Cloud y una necesidad real del mercado. La lógica es defensiva y ofensiva al mismo tiempo: proteger la base actual y desbloquear nuevos ingresos en el segmento empresarial.
El acuerdo no se cierra hasta 2026. Hasta entonces, el mercado seguirá de cerca la ejecución.
Pero el mensaje está ahí: el futuro de la nube depende de la seguridad. Y Alphabet ha decidido comprar velocidad.
Comparación estratégica: Google Cloud frente a AWS y Azure:
- Microsoft Azure sigue liderando el mercado empresarial. La integración entre servicios en la nube, IA y seguridad es más madura. Microsoft Defender se ha consolidado como la referencia en protección nativa en la nube, mientras que la plataforma de gestión unificada (Entra, Purview, Sentinel) refuerza la retención de clientes corporativos. La ventaja de la integración con Office 365 y los productos principales de Microsoft sigue siendo difícil de superar.
- AWS, por su parte, mantiene la mayor cuota del mercado global de la nube, pero ha perdido tracción en el segmento empresarial más crítico. La oferta de seguridad de Amazon -aunque sólida- sigue dependiendo de múltiples socios y herramientas segmentadas. El enfoque de AWS sigue siendo técnico y de infraestructura, menos orientado a la pila empresarial integrada. Aquí es donde Google intenta hacerse un hueco.
- Con esta adquisición, Google Cloud se posiciona como un actor que quiere combinar rendimiento técnico y seguridad de vanguardia con una oferta abierta e interoperable. Aún está lejos de los volúmenes de AWS y de la penetración empresarial de Microsoft, pero la curva de crecimiento es consistente. La compra de Wiz muestra dónde quiere competir: la seguridad como diferenciador, no solo como complemento.
En el escenario actual, Google sigue siendo el tercer actor. Pero ahora juega con una nueva pieza, y en un tablero en el que la seguridad es cada vez más decisiva para cerrar contratos y retener cuentas.
La carrera continúa. Pero está claro que Google corre con más ambición.
Con información Reuters