La digitalización fiscal en España dará un paso decisivo con la implementación de Verifactu a partir del 1 de julio de 2025, según lo dispuesto en la Ley Antifraude. El objetivo de esta medida es, oficialmente, el de reforzar la lucha contra el fraude fiscal y promover la adopción de software de facturación certificado. Sin embargo, la capacidad de adaptación de las PYMEs y los autónomos presenta notables desafíos, ya que solo el 7% de las pequeñas y medianas empresas está preparada para esta transición y alrededor del 59,1% de los negocios utiliza actualmente un sistema informático para emitir facturas. Además, el tiempo dedicado a tareas administrativas continúa siendo elevado, con datos que indican que la mitad de los emprendedores de la región mediterránea emplea más del 40% de su jornada en estas labores.
La nueva normativa se basa en la exigencia de facturas electrónicas con un código identificador único y el envío en tiempo real de los datos a la Agencia Tributaria, lo que implica la modificación de numerosos procesos. Al mismo tiempo, la adopción de soluciones en la nube y la firma digital de documentos se convierte en una opción cada vez más valorada para reducir errores, optimizar la comunicación con la Administración y asegurar el cumplimiento legal.
Características de Verifactu y destinatarios de la normativa
El sistema Verifactu busca garantizar la autenticidad e integridad de las facturas, imposibilitando su alteración una vez emitidas. Para ello, cada factura deberá incluir un código QR que permita verificar su validez y, de forma opcional para el contribuyente, comunicarse en tiempo real con la Agencia Tributaria. De este modo, se agiliza la supervisión fiscal y se promueve una mayor transparencia en la relación entre empresas, gestorías y Hacienda.
La ley será obligatoria para empresas y autónomos que facturen tanto a clientes finales como a otras sociedades, a excepción de quienes ya aplican el Suministro Inmediato de Información (SII) o TicketBAI. Además, se prevé que los negocios con ingresos anuales inferiores a 6 millones de euros deban implementar un software de facturación certificado antes del 1 de enero de 2026, según las condiciones que finalmente se establezcan.
Retos de la digitalización en el tejido empresarial
La introducción de Verifactu pone en evidencia las carencias en la digitalización que persisten en muchas organizaciones. El Informe Emprende, elaborado por Holded y Visma, indica que solo el 22% de las empresas utiliza soluciones en la nube, mientras que un 19% se apoya en Excel, y un 13% sigue confiando en métodos tradicionales como papel y bolígrafo, una tendencia que supone una carga administrativa que repercute en la productividad.
El uso de herramientas digitales de gestión puede reducir de manera significativa estos esfuerzos. El mismo estudio revela que un 54 % de las compañías que ya cuentan con soluciones informáticas ha logrado un ahorro de tiempo notable, con un 30% registrando un beneficio moderado y un 24,1% valorándolo como un avance considerable.
Consecuencias de incumplir los requisitos legales
La normativa anticifraude contempla sanciones para quienes no se adapten a Verifactu. Las multas pueden alcanzar hasta 50.000 euros por ejercicio fiscal para empresas y profesionales que no utilicen un software certificado. Los proveedores de estas aplicaciones podrían enfrentarse a penalizaciones de hasta 150.000 euros al año si no cumplen los estándares requeridos, y la comercialización de programas sin certificación podría suponer 1.000 euros de sanción por cada licencia vendida.
Estas medidas buscan reforzar la transparencia y la fiabilidad de los datos contables, garantizando que Hacienda reciba información veraz y protegiendo a las empresas que cumplen correctamente con la legislación.
La contabilidad colaborativa y la adaptación a Verifactu
Ante los cambios que se avecinan, algunas organizaciones optan por la contabilidad colaborativa, un enfoque que fomenta el trabajo conjunto entre contables, gestores y empresarios en tiempo real a través de plataformas digitales. Este modelo hace posible la corrección ágil de errores, la actualización simultánea de la información y la reducción de tiempos de espera al compartir todos los datos de forma centralizada.
Para acelerar esta transición, soluciones como Holded ofrecen plataformas en la nube preparadas para Verifactu, con emisión automática de facturas verificables y soporte para la firma digital. Así mismo, la empresa pone a disposición de PYMEs y autónomos distintos recursos formativos, como guías y seminarios en línea, con el fin de apoyarles en un proceso de digitalización que se considera clave para la eficiencia operativa y el cumplimiento normativo.