Estados Unidos ha reforzado su hegemonía mundial en inteligencia artificial tras captar más de 470.000 millones de dólares en inversiones privadas durante la última década. Así lo refleja el Artificial Intelligence Index Report 2025 de la Universidad de Stanford, cuyos datos sitúan al país muy por delante de otras economías líderes en el sector como China, Reino Unido o Canadá, que, en conjunto, no alcanzan ni un tercio del volumen de la inversión estadounidense.
El estudio, publicado por Stocklytics.com, atribuye este liderazgo al papel estructural que han desempeñado empresas tecnológicas, fondos de capital riesgo e inversores privados en la financiación de startups y desarrollos emergentes basados en IA. Estados Unidos se consolida así como el principal destino de capital privado destinado a innovación en inteligencia artificial, una tendencia que parece acelerarse.
Brecha creciente entre Estados Unidos y el resto del mundo
Según el informe, los 470.000 millones de dólares invertidos en IA en el mercado estadounidense en los últimos diez años representan no solo la cifra más alta a nivel global, sino también un diferencial significativo frente a otros países. China, segunda en el ranking, acumuló 119.300 millones de dólares en el mismo periodo, lo que supone cuatro veces menos que Estados Unidos.
A continuación, el Reino Unido alcanzó los 18.100 millones, seguido por Canadá con 15.300 millones, Israel con 14.900 millones, y Alemania, con una inversión estimada de 13.200 millones. En conjunto, estas cifras posicionan al país norteamericano como receptor de cerca del 85% más de inversión privada que los catorce países siguientes combinados.
Aunque países como China han adoptado políticas públicas centralizadas y agresivas para impulsar la inteligencia artificial, el modelo estadounidense —basado en la financiación privada y el dinamismo del sector empresarial— ha mostrado una mayor capacidad para atraer inversiones.
Aumento significativo de las grandes operaciones de inversión
El informe publicado por Stocklytics.com señala que en el último año se registraron quince operaciones privadas superiores a los mil millones de dólares, frente a las nueve del año anterior. Además, el número de inversiones de entre quinientos y mil millones se duplicó, pasando de nueve a veinte en el mismo período.
Este crecimiento en operaciones de gran volumen refuerza la ventaja estructural del ecosistema estadounidense de inteligencia artificial, donde el interés por parte de inversores institucionales, fondos de private equity y capital riesgo se mantiene en alza. Este entorno ha sido clave en el impulso de startups de base tecnológica, muchas de las cuales desarrollan aplicaciones de IA generativa, visión artificial, procesamiento de lenguaje natural y modelos fundacionales.
La combinación de talento, capital, ecosistema emprendedor y apoyo institucional ha convertido a Estados Unidos en un polo de atracción para la innovación global, con previsiones que apuntan a una brecha aún mayor en los próximos años, a medida que las nuevas generaciones de modelos de IA ganan tracción y aplicación práctica en sectores clave de la economía.