Cualquiera que esté mínimamente informado en estos días, es consciente de la coyuntura internacional, con conflictos abiertos como los de Ucrania, Gaza y el Líbano, la insurgencia en el Sahel, la guerra civil sudanesa, o la sempiterna crisis de oriente medio, junto con conflictos larvados pero que pueden estallar en cualquier momento como los de Corea o Taiwán, sin contar con la sensación de amenaza mútua in crescendo entre la OTAN y Rusia. Este ambiente lleva, indefectiblemente, a un incremento en el gasto militar y de defensa y, por lo tanto, al incremento en los beneficios de las empresas que trabajan en dicho sector.
España no es una excepción, y la industria armamentística del país también se ve beneficiada por el incremento de la inversión en defensa en todo el mundo; desde el 2018, el incremento del gasto militar en España ha sido de en torno al 62%.
Paralelamente, España ha asumido el compromiso de la OTAN de destinar el 2% del PIB a este ámbito en 2030. Este escenario refleja una transformación que va más allá de lo puramente presupuestario e incide en la revisión de procesos, infraestructuras y procedimientos a fin de elevar la eficacia y la seguridad de las operaciones.
A pesar de la progresiva adopción de nuevas tecnologías, son muchas las organizaciones que siguen utilizando sistemas obsoletos o parcialmente analógicos, lo que hace patente la urgencia de modernizar infraestructuras y estrategias. En este panorama, una de las compañías que ha irrumpido con propuestas de realidad extendida e inteligencia artificial (IA) es XReality Factory (XRF), con un enfoque centrado en facilitar la toma de decisiones en condiciones de gran complejidad.
La ciberseguridad como prioridad esencial
La ciberseguridad avanzada se ha convertido en un pilar fundamental para salvaguardar redes militares y sistemas que gestionan operaciones delicadas. Con la sofisticación constante de las amenazas digitales, el impacto puede ir más allá de la simple interrupción de las comunicaciones, comprometiendo directamente la integridad de infraestructuras críticas.
La introducción de soluciones basadas en módulos TPM (Trusted Platform Module) y tecnologías PUF (Physical Unclonable Functions) surge como respuesta para reforzar la protección de aeronaves o de cualquier plataforma estratégica en general.
Estas herramientas resultan relevantes para garantizar la autenticidad de los dispositivos y prevenir intrusiones a escala interna, aspecto que abarca no sólo la protección en entornos externos, sino también la seguridad de los propios sistemas de defensa. A medida que el entorno operativo se digitaliza, los métodos de protección evolucionan y requieren la adopción rápida de contramedidas con capacidad de detección y respuesta en tiempo real.
Realidad extendida y nuevas formas de entrenamiento
La adopción de la realidad extendida también está transformando la preparación y la ejecución de las operaciones militares, al ofrecer entornos virtuales para llevar a cabo simulaciones sin los riesgos asociados a los entrenamientos tradicionales.
El uso de estas herramientas hace que las fuerzas puedan recrear escenarios con alta precisión y mejorar su adaptación a posibles amenazas, mientras reducen costes y tiempo en la instrucción.
En el caso de XRF, sus entornos inmersivos y virtuales se orientan también a la creación de centros de mando y control virtuales, facilitando la coordinación de equipos en tiempo real y el análisis de datos con mayor exactitud. Esta forma de trabajo abre la puerta a un modelo de toma de decisiones más ágil y visual, en el que el componente humano se potencia mediante soluciones tecnológicas avanzadas.
Conectividad y redes de combate en la nube táctica
La convergencia de distintas plataformas y fuerzas en tierra, aire y mar impulsa la aparición de redes de combate basadas en la nube táctica 5G, que aligeran los procesos de transmisión de datos y garantizan una mayor fluidez comunicativa. Esta capacidad de compartir información de manera casi instantánea reduce los tiempos de respuesta y mejora la sincronización en el campo de batalla.
Con un sistema de conectividad robusto, las operaciones pasan a ser más eficientes tanto en el plano logístico como en el combate multicanal, generando así una visión unificada de la situación. Esta mejora en la respuesta resulta decisiva para prevenir escenarios de riesgo y asegurar la continuidad de la misión.
Sensores hiperespectrales y precisión en la detección
El empleo de sensores hiperespectrales aporta una mayor precisión a la hora de identificar objetivos y evaluar condiciones, ya que abarca una amplia gama de longitudes de onda más allá del espectro visible. Su aplicación en aeronaves y sistemas terrestres incrementa la capacidad para diferenciar amenazas o detectar anomalías en entornos altamente complejos.
Según se extrae de los proyectos en marcha, esta tecnología optimiza los tiempos de intervención y reduce los riesgos al permitir un análisis más detallado de cualquier elemento en el terreno de operaciones. Asimismo, desde entidades como XRF, se subraya la importancia de integrar estos sensores en plataformas más amplias de gestión de datos, maximizando la eficacia en la toma de decisiones y elevando la protección de las tropas.