Guillem Alsina Gonzàlez
El nuevo informe señala que la disrupción laboral afectará a un 22% de los puestos de trabajo en todo el mundo de aquí a 2030. Se prevé la creación de 170 millones de nuevos roles y la destrucción de 92 millones, lo que representa un incremento neto de 78 millones de empleos.
Sus autores destacan que la evolución de la inteligencia artificial, los cambios en la pirámide poblacional y las presiones económicas, son factores clave que modelarán tanto a las industrias como a sus profesionales en los próximos años.
Estos hallazgos se basan en datos procedentes de más de un millar de empresas, que confirman la continuidad de la brecha de habilidades como la principal barrera para adaptarse a las tendencias globales.
El documento también subraya la importancia de las competencias tecnológicas, sobre todo en AI, big data y ciberseguridad, junto con las conocidas como habilidades “humanas”, entre ellas la resiliencia o la agilidad.
Transformación de roles y demanda de habilidades
Dentro de los puestos laborales que más crecerán de aquí a 2030 se encuentran aquellos relacionados con tareas fundamentales, como trabajadores de la construcción, personal de reparto y operarios agrícolas. Por otra parte, también se prevén incrementos considerables en profesiones de cuidado como la enfermería, y en la educación, con una alta demanda de docentes y formadores, especialmente en la enseñanza secundaria.
El auge de la energía renovable, la automatización y el desarrollo de sistemas basados en robótica está impulsando nuevos perfiles especializados, a la vez que algunos roles -como el de diseñador gráfico– retroceden por la irrupción de herramientas de IA generativa. La adquisición de competencias tanto tecnológicas como creativas es fundamental en este contexto de rápida evolución.
Además, y según el 63% de los empleadores encuestados en el informe, la brecha de habilidades se mantiene como el principal desafío para las organizaciones. El texto estima que, de un grupo representativo de 100 trabajadores, 59 necesitarán reciclarse o reforzar sus capacidades para no quedar obsoletos, y 11 no llegarán a recibir esa formación, lo que implica un riesgo de desempleo significativo en el horizonte del 2030.
Impacto de la IA y estrategias de upskilling
La inteligencia artificial está redefiniendo los modelos de negocio. Casi la mitad de las empresas consultadas planea redirigir su estrategia para aprovechar nuevas oportunidades derivadas de la IA, y un 77% se muestra predispuesto a capacitar o actualizar las destrezas de su personal con ese fin. No obstante, el 41% prevé reducir su plantilla a medida que ciertas tareas se automatizan.
Este escenario se complementa con planes para reasignar trabajadores desde puestos expuestos a la automatización hacia otras áreas, lo que podría ayudar a paliar la escasez de competencias específicas y minimizar los efectos negativos de la transformación tecnológica.
Factores económicos y demográficos
El incremento del coste de la vida está influyendo de manera decisiva en la evolución de las estructuras empresariales; la mitad de los empleadores considera que este fenómeno incide en la reconfiguración de sus modelos operativos, con el riesgo de desplazar seis millones de puestos de trabajo a escala global. El informe también recalca que la agilidad, la flexibilidad y el pensamiento creativo ganan relevancia en un contexto de estabilidad económica incierta.
Los cambios demográficos se reflejan en el envejecimiento de la población en países con mayores ingresos, impulsando la demanda de profesionales de la salud mientras que, en regiones con poblaciones jóvenes, se incrementa la necesidad de personal docente.
Por otro lado, las tensiones geoeconómicas inquietan a un 34% de las compañías encuestadas, y surgen estrategias de relocalización o externalización. En este ámbito, la ciberseguridad adquiere una importancia creciente.
El informe concluye que afrontar los cambios descritos requiere de medidas urgentes y coordinadas entre gobiernos, sectores productivos y sistemas educativos. Los autores subrayan la relevancia de cerrar la brecha de habilidades, invertir en reskilling y en itinerarios de formación accesibles, así como fomentar la inclusión laboral.
Este enfoque busca minimizar los riesgos de desempleo y garantizar que la población activa logre adaptarse a los desafíos del futuro, desarrollando una fuerza de trabajo sólida y flexible capaz de prosperar en los empleos del mañana.
