El Mobile World Congress, a vueltas con la regulación europea

Más inversión y una regulación adecuada para competir globalmente, principales demandas de las operadoras europeas.
3 de marzo, 2025
El Mobile World Congress, a vueltas con la regulación europea

Los CEOs de Vodafone (Margherita Della Valle), Orange (Christel Heydemann), y Deutsche Telekom (Tim Höttges), además del presidente y CEO de Telefónica (Marc Murtra) han coincidido y compartido escenario en una de las keynotes de la primera jornada del Mobile World Congress. Y lo han hecho para tratar uno de los temas candentes de este congreso: el futuro del desarrollo tecnológico «made in Europe».

Los cuatro coincidieron en destacar la necesidad de una mayor inversión en el despliegue de redes y en la búsqueda de economías de escala que hagan rentables dichas inversiones, señalando el alto grado de fragmentación en el viejo continente en comparación con otras regiones del mundo, lo que produce la coexistencia de múltiples reguladores y un entorno más complejo para la competitividad. Por otra parte, defendieron que, aunque en ocasiones se percibe retraso, existe un know-how consolidado para expandir la conectividad y aprovechar las nuevas oportunidades tecnológicas.

El caso de la tecnología 5G fue uno de los focos principales de la discusión. Alguno de los asistentes recordordó que Europa ocupa un lugar menos avanzado que los Estados Unidos o China en cuanto a cobertura de 5G en su versión más completa. La inversión en la región no alcanza los niveles de otros mercados, lo que dificulta que las redes europeas logren el mismo ritmo de actualización.

Según lo debatido, la demanda de servicios crece, y la industria considera urgente acelerar el despliegue de redes de quinta generación para no generar dependencias digitales con proveedores externos al continente.

Algunas voces recordaron que, en su conjunto, las compañías del sector conectan a millones de clientes y destinan cada año una gran cantidad de recursos al apartado de infraestructura. Sin embargo, se sostuvo que el escenario actual desincentiva la inversión, puesto que, al incrementar los gastos en despliegue, las empresas no ven una compensación proporcional en su valoración de mercado.

Los ponentes también destacaron que, en entornos como el estadounidense, la existencia de menos competidores en el segmento móvil y menos regulaciones, contribuye a una cobertura 5G que supera el 90 por ciento.

Más allá de la infraestructura: el impulso de la IA

El impacto de la inteligencia artificial fue otro de los puntos clave. Los directivos presentes estimaron que la IA se está convirtiendo en una tecnología transversal que influirá tanto en la automatización de redes como en la atención al cliente, así cómo en numerosos procesos internos.

Además, añadieron que Europa no solo debe centrarse en alcanzar mayor cobertura con 5G, sino también aprovechar las oportunidades de innovación que ofrecerá la inteligencia artificial en el borde de la red.

Según las opiniones compartidas, el futuro de la conectividad requerirá distribuir de forma eficiente los recursos entre la nube y los sistemas en el borde de la red, y los operadores ven esa evolución como una oportunidad para posicionarse como integradores de soluciones de IA. también se recalcó que, aunque la mayor parte de la inversión en inteligencia artificial proviene de otras regiones, Europa cuenta con profesionales y empresas capaces de competir si el entorno de regulación y financiación lo permite.

Necesidad de un entorno propicio para la inversión

Un caso que se citó a modo de ejemplo en este aspecto de la inversión, fue el del Reino Unido, donde una fusión entre operadores ha impulsado un nuevo plan de inversión en redes. Esta iniciativa ha sido valorada como un indicio de que las operaciones de consolidación pueden generar mejores condiciones para financiar proyectos de gran magnitud y promover la innovación tecnológica.

Otro tema candente mencionado durante la keynote, fue la aportación de los grandes proveedores de servicios de Internet, cuyo tráfico supone una parte significativa de la carga en la red. La opinión expresada por el sector se basó en la conveniencia de un modelo de colaboración que permita a esos gigantes digitales contribuir de forma más clara a los costes de mantenimiento y mejora de la infraestructura, buscando lo que algunos describieron como compensación más equitativa.

Por último, los participantes coincidieron en que el entorno actual se traduce en una menor capacidad de generar proyectos paneuropeos de gran envergadura, y subrayaron que existe una voluntad clara de invertir y de potenciar la base tecnológica de Europa, pero la complejidad regulatoria en cada país complica el surgimiento de grandes grupos y las inversiones a largo plazo.