Este pasado miércoles, el Hotel Westin Palace de Madrid acogió la segunda edición del Forbes Artificial Intelligence Summit, foro que reunió a especialistas para examinar el impacto de la IA en la geopolítica, la economía y sectores como salud, fintech y energía, y que sirvió de plataforma para reforzar el diálogo entre administración y empresas acerca de los retos y oportunidades derivados de la adopción masiva de esta tecnología.
Entre los ponentes destacó Óscar López, ministro de Transformación Digital y Función Pública, quien subrayó la ambición del Ejecutivo por situar al país en la vanguardia tecnológica. Durante su intervención, el ministro enfatizó que España lleva siete años impulsando la doble transición energética y digital, y describió la IA como el elemento más disruptivo de este proceso.
López detalló que el Gobierno ha destinado 1.500 millones de euros a potenciar proyectos de IA, canalizando «uno de cada tres euros» procedentes de los fondos europeos hacia la digitalización.
El responsable gubernamental vinculó dicho esfuerzo a la Ley de Startups, norma que —según afirmó— ha favorecido la implantación de nuevos emprendedores en territorio español.
Frente a ese apoyo público, el ministro reclamó un incremento de la inversión privada para acelerar la adopción de soluciones basadas en IA y consolidar el ecosistema empresarial nacional.
Marco normativo europeo con perspectiva humanista
También defendió la necesidad de una regulación europea propia, transparente y responsable, al insistir en que la competitividad es compatible con la protección de los valores humanos. Asimismo, también destacó que España es el único país europeo que ha desarrollado un modelo de lenguaje propio y alberga una de las siete fábricas pioneras de IA en Barcelona.
En su opinión, Europa debe liderar la carrera por la soberanía tecnológica, y España aspira a figurar entre sus principales activos mediante una estrategia que combine regulación y competitividad.
Para sustentar el crecimiento digital, López recordó que se ha triplicado la energía prevista para centros de datos de aquí a 2030 y que España dispone de una de las mejores conectividades del mundo.
La apuesta por energías renovables —calificadas de “limpias y baratas”— figura, según el ministro, entre los factores decisivos para garantizar capacidad de cálculo suficiente y costes competitivos. Con esta combinación, el ejecutivo confía en disponer de una hoja de ruta clara para mitigar riesgos y maximizar el potencial de la IA en la economía nacional.
El resto de la agenda reunió a profesionales como Carme Artigas (UN AI Advisory Body), Margaret Chen, Mira Milosevich o Nacho Pinedo, junto a representantes de consultoras y proveedores tecnológicos, que aportaron visiones sectoriales sobre los desafíos éticos y de negocio de la IA.
Las mesas redondas abordaron desde la aplicación clínica de algoritmos hasta la optimización energética en infraestructuras, pasando por la innovación en servicios financieros basados en datos.
Ignacio Azorín, director general de Estrategia Digital de la Comunidad de Madrid, clausuró la sesión reiterando el compromiso regional con un modelo digital competitivo y responsable.