El debate sobre el modelo de financiación de las redes se intensifica ante el crecimiento del tráfico de datos

Un reciente informe de la GSMA explora la posibilidad de implementar pagos por parte de los grandes generadores de tráfico como un incentivo económico para mejorar la eficiencia de las redes y abordar los crecientes costes asociados al consumo de datos, en el marco de un debate que no es nuevo.
19 de diciembre, 2024
El debate sobre el modelo de financiación de las redes se intensifica ante el crecimiento del tráfico de datos
El debate sobre el modelo de financiación de las redes se intensifica ante el crecimiento del tráfico de datos

La viabilidad de exigir pagos a los grandes generadores de tráfico, como Alphabet (Google), Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp) o Netflix entre otros, ha generado un intenso debate en el sector de las telecomunicaciones. Según la GSMA, ocho empresas tecnológicas (Alphabet, Meta, TikTok, Netflix, Amazon, Microsoft, Apple y Disney+) son responsables del 70% del tráfico mundial de Internet, y el modelo actual en que los consumidores son los únicos responsables del financiamiento de las redes, podría ser insuficiente para garantizar su sostenibilidad.

Los operadores de red y los proveedores de servicios de internet (ISP) argumentan que, pese a sus inversiones en tecnologías como el 5G y la fibra óptica, los costes de la red continúan aumentando debido al incremento exponencial del tráfico. Esto se debe, en gran medida, a las aplicaciones y servicios que los grandes actores ofrecen a sus usuarios finales.

Redes: un mercado de dos caras

La GSMA explica en un estudio elaborado por Pau Castells y Jakub Zagdanski, que las redes operan bajo un modelo de mercado de dos caras, donde tanto los consumidores como los proveedores de contenido (CAP, por sus siglas en inglés) dependen de la infraestructura para conectarse. Actualmente, los consumidores son quienes asumen los costes mediante tarifas de acceso a Internet. Sin embargo, se argumenta que incluir a los grandes actores digitales como contribuyentes, podría equilibrar esta carga, fomentando una distribución más justa de los costes.

Uno de los principales argumentos contra el pago por uso de red que esto supone, es que supondría cobrar dos veces por el mismo servicio. Sin embargo, el informe de la GSMA clarifica que las redes constituyen un mercado bilateral, donde tanto consumidores como proveedores de contenido obtienen valor. Este esquema es común en otros sectores, como las tarjetas de crédito o las plataformas digitales.

Estas grandes empresas ya utilizan mecanismos como redes de distribución de contenido (CDN) para optimizar la entrega de datos. No obstante, estas inversiones, centradas en su propio beneficio, no compensan el impacto que su tráfico genera en las redes de acceso operadas por los ISP, responsables de más del 80% del coste total de las redes.

Incentivos para una mayor eficiencia

El informe de la GSMA también aborda el potencial de los pagos por uso de la red como una herramienta para fomentar la eficiencia. Al contar con un alto nivel de conocimiento técnico y recursos, las grandes empresas de Internet podrían optimizar cómo y cuándo generan tráfico, reduciendo elementos no solicitados como anuncios o videos precargados, que representan hasta un 29% del tráfico total en ciertas plataformas.

En contraste, los consumidores se enfrentan a limitaciones importantes para gestionar su consumo de datos. La mayoría de las tarifas actuales, como las tarifas planas o paquetes de datos, no generan incentivos claros para un uso eficiente. Además, los modelos de negocio de los grandes actores de Internet, basados en la maximización del tráfico, no siempre están alineados con la eficiencia del sistema en su conjunto.

Obstáculos regulatorios y asimetría de poder

Un aspecto central del debate es la asimetría regulatoria que limita la capacidad de negociación de los ISP frente a los grandes actores digitales. Mientras que los operadores deben cumplir estrictas regulaciones de neutralidad de la red y garantizar la calidad del servicio, las empresas que proporcionan servicios digitales utilizando estasredes, no están sujetas a obligaciones equivalentes. Esto crea un desequilibrio que dificulta la implementación de acuerdos comerciales más equitativos.

Por otro lado, y según la GSMA, las preocupaciones sobre la posible discriminación en Internet también han sido desmentidas. La asociació -que, recordemos, defiende los intereses de las operadoras- afirma que los pagos podrían aplicarse de manera uniforme por unidad de tráfico, sin distinción entre tipos de contenido o proveedores, lo que en su opinión aseguraría así el respeto a los principios de internet abierta.

Conclusión: un modelo de incentivos compartidos

El informe de la GSMA concluye que los incentivos deben enfocarse en quienes tienen la capacidad de gestionar el tráfico de manera eficiente. Las proveedoras de servicios digitales, responsables de una porción significativa del uso de las redes según el estudio de la asociación, podrían desempeñar un papel clave en la optimización de los recursos, contribuyendo también a la financiación de las futuras inversiones necesarias para garantizar la calidad y la cobertura del servicio.

Si bien el camino hacia un modelo de incentivos compartidos no está exento de desafíos, su implementación podría representar un paso importante hacia la sostenibilidad del ecosistema digital, beneficiando tanto a consumidores como a operadores y generadores de contenido.