El sector de servicios TI ha experimentado un auge sin precedentes en los últimos años, con inversiones anuales que rozan el trillón de dólares desde 2020. Sin embargo, una combinación de incertidumbre económica, encarecimiento del crédito y tensiones comerciales frenará la expansión del mercado, que verá reducido su ritmo de crecimiento a la mitad en los próximos cinco años.
En 2023, el gasto global en servicios TI alcanzó los 1,29 billones de dólares, con un aumento interanual superior al 15%. Un año después, el volumen subió hasta 1,42 billones, aunque el ritmo de crecimiento se moderó al 9,4%. Para 2025, se prevé que la partida total supere los 1,5 billones, mientras que la tasa de expansión se reduzca al 6,4%.
Según las estimaciones de Statista, aunque el gasto podría llegar a 1,7 billones en 2027, la tasa de aumento continuará su retroceso hasta el 5,5%, y más tarde hasta el 4,9% en 2029, cifrando el mercado en 1,87 billones de dólares.
Pese a la desaceleración global, el gasto por empleado crecerá un 26% entre 2025 y 2029, pasando de 420 a 505 dólares. Este dato revela que las empresas, aunque contenidas en su presupuesto total; priorizan la productividad individual. Destinando más recursos a herramientas y servicios que acompañen al trabajador.
La estrategia refleja un cambio de enfoque: menos volumen de gasto, pero más eficiencia y valor por cada usuario de tecnología.
El frenazo no es homogéneo. Estados Unidos mantiene el mayor desembolso, con 3.100 dólares por empleado en 2025, que escalarán a 3.800 en 2029, pese a recortar su crecimiento anual del 5,4% al 4,6%. Europa, por su parte, verá su ritmo caer del 6,6% al 4,2%, con un gasto por empleado de 1.380 dólares en el horizonte.
No obstante, Asia afronta la desaceleración más pronunciada. Con un desembolso medio de 152 dólares por empleado en 2025 y un crecimiento del 7,8%, la región llegará a 190 dólares en 2029, mientras su tasa de crecimiento se desploma al 4,9%.