El aumento de protestas y disturbios civiles en Europa y a escala global ha puesto en evidencia las limitaciones de las infraestructuras de comunicación heredadas que aún utilizan muchos cuerpos de seguridad pública. En 2024, la violencia política creció un 25% respecto al año anterior, según datos del Proyecto ACLED, con Europa como uno de los epicentros de esta tendencia.
Ante la necesidad creciente de compartir grandes volúmenes de información en tiempo real y coordinar respuestas complejas en escenarios críticos, Nokia plantea sus redes 5G como una columna vertebral tecnológica para modernizar la gestión de emergencias.
Hasta ahora, muchas fuerzas de seguridad han dependido de sistemas diseñados para comunicaciones de voz y datos muy limitados. En el Reino Unido, por ejemplo, más del 25% de la infraestructura digital gubernamental requiere renovación, con un coste de mantenimiento anual de 2.691 millones de euros. Esta situación retrasa la respuesta ante incidentes y empeora la seguridad operativa.
La infraestructura 5G de Nokia sustituye estos sistemas al ofrecer una red escalable, de baja latencia y preparada para soportar grandes flujos de datos, permitiendo compartir fotos, vídeos en alta definición y dictar órdenes en tiempo real sin interrupciones.
Vídeo en directo y análisis predictivo
El 5G posibilita la transmisión de vídeo con latencia ultrabaja desde múltiples cámaras y drones, lo que permite a los centros de mando visualizar incidentes en directo y tomar decisiones informadas. Además, Nokia integra herramientas de análisis predictivo basadas en IA para anticipar movimientos de multitudes o identificar zonas de riesgo antes de que se conviertan en focos de violencia.
Estudios señalan que estas soluciones pueden reducir la delincuencia entre un 30% y 40% y acortar los tiempos de respuesta hasta un 35%, al pasar de una reacción puramente reactiva a un modelo preventivo.
Una efectiva gestión de crisis requiere coordinar a policías, bomberos y servicios sanitarios como si fueran un único equipo. Las redes heredadas impiden esta colaboración al no compartir protocolos. Nokia remedia esta fragmentación con push-to-talk y push-to-video nativos en la red 5G, garantizando comunicaciones instantáneas y seguras entre diferentes organismos, sin importar el dispositivo o sistema que empleen.
El 66% de los profesionales de seguridad pública considera el 5G esencial para su labor, especialmente gracias a las mejoras en el seguimiento de la ubicación de equipos y recursos sobre el terreno.
El despliegue masivo de sensores y equipos biométricos es otra ventaja del 5G de Nokia. Conectando dispositivos IoT como monitores de constantes vitales y detectores de gases tóxicos, los centros de control reciben alertas sobre riesgos a la salud de los agentes y peligros ambientales al instante, optimizando la asignación de recursos y protegiendo al personal.
La baja latencia y alta fiabilidad del 5G facilitan el uso de drones y robots en zonas peligrosas, manteniendo a los equipos humanos fuera de riesgo. Gracias a la integración de edge computing, estos sistemas procesan datos localmente, minimizando retrasos y asegurando una respuesta más ágil.
En emergencias masivas, las redes convencionales colapsan. Nokia incorpora técnicas de multidifusión y difusión selectiva para distribuir información simultánea a múltiples agentes sin saturar la red, garantizando que cada participante reciba datos críticos en tiempo real.
La transición hacia infraestructuras 5G no solo mejora la respuesta a las crisis actuales, sino que sienta las bases para futuros desafíos, al integrar IA, análisis predictivo, edge computing e IoT en una plataforma flexible y evolutiva.