Guillem Alsina Gonzàlez
Si ayer explicábamos que un experimento de la Universidad Carnegie Mellon concluyó que los agentes de IA no son tan autónomos como creíamos, y que su introducción en las empresas sustituyendo a trabajadores en vez de complementarlos, puede no ser tan rentable como creemos, hoy nos vamos al extremo contrario con el anuncio de Duolingo vía LinkedIn en el cual su CEO, Luis von Ahn, explica que, a partir de ahora, la firma se definirá como «AI-first», lo que significa que primará el uso de inteligencias artificiales por delante de contratar a nuevos trabajadores, aunque ello no impedirá la entrada de nuevos empleados siempre que se considere que su tarea no la puede llevar a cabo una IA.
Von Ahn ha comparado este salto adelante con la apuesta de Duolingo, en 2012, de desarrollar su servicio como aplicación móvil nativa, cuando el sector todavía consideraba el smartphone un complemento de la web. El reconocimiento como “iPhone App of the Year” en 2013 y la posterior expansión orgánica refrendaron aquella decisión y, trece años después, la dirección vuelve a mover ficha con una estrategia que sitúa la inteligencia artificial en el centro del operaciones y el día a día.
La nueva orientación no se plantea como un mero refuerzo de la productividad y, según el CEO de la compañía, la IA se convierte en el vehículo para acercar su misión docente a un número mayor de alumnos, algo inviable si el volumen de creación de contenidos continúa dependiendo de flujos manuales.
Escalabilidad de los contenidos gracias a la IA
Duolingo ha sustituido un proceso lento de elaboración de lecciones, por otro más rápido impulsado por modelos generativos. Sin esta tecnología, escalar el catálogo hasta alcanzar a todos los perfiles de usuario requeriría —asegura von Ahn— varias décadas, pero con la IA, el horizonte se acorta a un plazo “adecuado” a la demanda.
Según el mismo CEO, la automatización abre la puerta a funcionalidades que antes resultaban inabordables. Entre ellas destaca Video Call, un entorno de conversación que aspira a brindar una atención equiparable a la de los tutores humanos mejor valorados. Para lograrlo, los responsables aceptan eventuales descensos de la calidad en favor de la rapidez con la que se despliegan iteraciones y ajustes.
Replanteamiento de los procesos internos
Pero la perspectiva AI-first va más allá de las herramientas para facilitar el aprendizaje al público objetivo, obligando a la firma a revisar también la arquitectura de los sistemas corporativos.
Desde la dirección se reconoce que los procesos internos diseñados para personas no soportan, con simples retoques, la nueva carga de trabajo automática, y que algunas áreas deberán reconstruirse desde cero, y tareas complejas —como la comprensión del código por parte de los modelos— requerirán fases específicas de adaptación.
En este contexto, la compañía avanza varias medidas: la automatización sustituirá gradualmente a contratistas externos para labores repetitivas; el uso eficaz de IA formará parte de los criterios de selección y de evaluación de desempeño; los equipos solo podrán ampliar plantilla cuando demuestren la imposibilidad de digitalizar más funciones; y cada departamento dispondrá de iniciativas concretas para reformular su metodología.
La implantación de estas directrices busca eliminar cuellos de botella y liberar a los empleados para que se concentren en tareas creativas y en la resolución de problemas complejos.
Impacto en la plantilla y la cultura corporativa
El CEO de Duolingo también subraya que la transformación no persigue reducir el número de trabajadores, sino potenciar su aportación. Para ello, se compromete a proporcionar formación, mentorización y herramientas que faciliten el uso de la IA en cada puesto.
Aunque la magnitud del cambio puede generar incertidumbre, la dirección confía en que la apuesta reforzará la competitividad de la firma y posicionará a su equipo a la vanguardia de la transformación digital que atraviesa el sector educativo.
