El Mobile World Congress 2025 en Barcelona sirvió de escenario para abordar la relación entre la inteligencia artificial y la seguridad en el ámbito de las infraestructuras. Empresas del sector, incluidas firmas especializadas en equipos de red, están estudiando cómo la IA puede reforzar la protección de los trabajadores, especialmente en tareas que requieren acceso a postes, cables de alta tensión o zonas de difícil alcance. Con este objetivo, se exploraron dos enfoques principales: evitar los riesgos innecesarios y minimizar aquellos que exigen intervención in situ.
Gemelos digitales para reducir visitas presenciales
El primer paso para mejorar la seguridad es limitar la presencia física en áreas peligrosas. Los gemelos digitales ofrecen una alternativa que permite inspeccionar virtualmente las instalaciones antes de enviar técnicos. Este sistema combina modelos 3D detallados con simulaciones que cuentan con el apoyo de la IA, de modo que drones y otras herramientas de captura sustituyen los trabajos de escalada en lugares de difícil acceso. Esta medida, además de disminuir el riesgo de caídas o contactos con alta tensión, logra reducir costes y recortar emisiones relacionadas con desplazamientos innecesarios.
Los avances en el análisis virtual han dado lugar a resultados cuantificables. Mediante la inspección remota, se ha comprobado que las visitas in situ pueden disminuir hasta en dos tercios. A su vez, los algoritmos de análisis predictivo pueden detectar incidencias de hardware con una precisión cercana al 90%, anticipándose con más de una semana de antelación. Esta capacidad no solo contribuye a la prevención de accidentes, sino que favorece la continuidad del servicio y el ahorro de costes de mantenimiento.
IA para la seguridad sobre el terreno
Aunque no se pueden eludir todas las visitas presenciales, la detección de peligros en tiempo real también se refuerza gracias a la IA. Algunas soluciones procesan las imágenes captadas por cámaras y avisan de fallos estructurales o de la presencia de cables defectuosos.
Además, también se verifica si cada técnico porta el equipamiento de protección adecuado antes de iniciar tareas de alto riesgo, con el fin de cumplir los protocolos de seguridad establecidos.
La optimización energética ha sido otro de los logros vinculados a esta tecnología, ya que se ha observado que las soluciones de IA pueden rebajar en alrededor de un 10% el consumo de energía en determinadas operaciones. De la misma manera, la reducción de desplazamientos al eliminar trabajos de supervisión manual en espacios remotos, contribuye a disminuir de manera notable las emisiones de CO₂.
Protección de datos y responsabilidad
El despliegue de la IA plantea, no obstante, desafíos relativos a la privacidad. Para crear confianza entre usuarios y operadores de infraestructuras, el procesamiento de imágenes se realiza directamente en los dispositivos sin enviar datos a servidores externos, lo cual favorece el cumplimiento de directrices como el GDPR, lo cual impide que información sensible, como la localización de emplazamientos, se comparta sin control.
Otro factor clave es la responsabilidad en el uso de esta tecnología; las empresas revisan de manera continuada los algoritmos para evitar sesgos, verificando que las evaluaciones sean fiables y estén alineadas con principios éticos. Así, la IA se convierte en una herramienta enfocada en la seguridad y la sostenibilidad sin descuidar la protección de la información.
Al final, la aplicación de soluciones basadas en inteligencia artificial está transformando la manera de gestionar las infraestructuras, con un enfoque preventivo que busca que cada persona regrese a casa sin incidentes. Dado el potencial de la IA para automatizar procesos y prevenir errores, se prevé que su adopción siga creciendo en este sector y contribuya al desarrollo de entornos laborales más seguros y eficientes.