Marc Sureda
Con un incremento del 15,7% en el número de empresas vinculadas al sector del dato en el 2024, España ha cerrado el año con más de 588 compañías especializadas, consolidándose como la tercera economía del dato en la Unión Europea, solo por detrás de Francia y Alemania.
Esta evolución, reflejada en datos de IDC y de la Unión Europea, posiciona al país como un actor relevante no sólo en cantidad, sino también en dinamismo, al albergar el 14% del total de las empresas del sector en el entorno europeo.
En este contexto de madurez y expansión, los expertos de Innova-tsn, consultora especializada en el ciclo de vida integral del dato y la inteligencia artificial, han recopilado las principales recomendaciones para que las empresas pasen de una etiqueta superficial a una verdadera cultura ‘data driven’.
Compromiso, acceso y estrategia
Uno de los factores clave identificados es la necesidad de compromiso por parte de los órganos directivos. La implementación de una cultura corporativa basada en los datos requiere de respaldo estratégico y presupuestario desde la alta dirección, que debe impulsar activamente la transformación y alinear a toda la organización con esta visión.
También se destaca la importancia de la democratización del acceso a los datos; se hace fundamental que todos los empleados puedan utilizar la información de manera autónoma y adaptada a sus funciones, para fomentar una mejora de la productividad y una optimización de los procesos rutinarios, así como una mejor atención al cliente mediante el análisis de su experiencia y satisfacción.
Para implementar estas prácticas con garantías, resulta imprescindible contar con un partner especializado que guíe la adopción de la tecnología adecuada. Las plataformas de análisis de datos y de IA deben ser robustas, escalables y alineadas con las necesidades del negocio, permitiendo recopilar, procesar e interpretar información en tiempo real y de manera segura.
La alfabetización digital como eje del cambio cultural
Uno de los elementos diferenciales en el proceso de transformación es la formación en alfabetización de datos y tecnología; no basta con disponer de grandes volúmenes de información: las organizaciones deben capacitar a su plantilla para interpretar y utilizar los datos estratégicamente, en línea con los principios de seguridad, privacidad y propiedad intelectual.
La irrupción de herramientas de inteligencia artificial generativa, cada vez más accesibles, añade una dimensión adicional: el conocimiento técnico debe ir acompañado de una conciencia crítica sobre su uso y su impacto en los procesos de negocio. En este sentido, los socios tecnológicos juegan un papel clave mediante mentorías y formaciones específicas.
Por otra parte, se subraya la importancia de abordar la transformación de manera progresiva, pragmática y constante, priorizando iniciativas escalables que generen valor a corto plazo —como la mejora de la experiencia del cliente o la automatización de procesos— mientras se consolida la estrategia general ‘data driven’.
Evolución hacia el modelo ‘AI driven’
El escenario actual está derivando hacia una transición más ambiciosa: pasar de una organización ‘data driven’ a una empresa ‘AI driven’, donde la inteligencia artificial se incorpore transversalmente en los procesos de negocio. Esta evolución permitirá automatizar decisiones, predecir tendencias y optimizar operaciones con mayor eficiencia y rentabilidad.
Para lograr este objetivo, las empresas deben consolidar una base sólida: datos accesibles y fiables, competencias digitales generalizadas en la organización, y una estrategia tecnológica alineada con los objetivos corporativos. Solo así podrán posicionarse a largo plazo en una situación competitiva, en un mercado donde el dato y la IA son motores clave de crecimiento.
