La compañía germana Bosch ha presentado, en el CES de Las Vegas, sus novedades respecto a la integración de inteligencia artificial en su porfolio de productos de software, que se puede resumir en una palabra: total, ya que la IA está presente en todos los productos de la firma o ha participado en su proceso de fabricación, con la previsión de superar los 4.000 millones de euros en ventas de software y servicios digitales a principios de la próxima década. El área empresarial, centrada en la movilidad y denominada Mobility, aspira a generar ella sola cerca de dos tercios de dichas ventas.
Paralelamente, la entidad ha invertido esfuerzos en la formación de su plantilla en IA. Actualmente, unos 5.000 especialistas trabajan en este ámbito y, a través de una academia interna, ya se han instruido más de 65.000 empleados. Estas iniciativas se han puesto de manifiesto en el CES 2025, donde se han mostrado nuevos productos y soluciones encaminados a una vida cotidiana más cómoda y eficiente.
IA y software como ejes de la movilidad
La apuesta de la compañía por el software se deja ver especialmente en la conducción asistida y automatizada; uno de los desarrollos recientes ha sido una función que posibilita un frenado suave, pensada para atascos y para evitar mareos a los pasajeros.
Este tipo de innovaciones se basan en una larga experiencia en la industria automovilística y en la adaptación a nuevas arquitecturas centralizadas, concebidas para gestionar con fluidez la comunicación entre la electrónica del vehículo y la nube.
En materia de inteligencia artificial, Bosch lleva años aplicando esta a la conducción automatizada. Un ejemplo es la cámara multifunción MPC3, que combina algoritmos convencionales de procesado de imágenes con sistemas de IA para identificar objetos y el trazado de la carretera. De esta forma, se facilita la asistencia al conductor y se mejora la seguridad.
Ahora, se está investigando cómo la IA generativa puede perfeccionar todavía más las funciones de los vehículos de cara a situaciones difíciles de predecir, como superficies nevadas. La idea es entrenar de manera virtual, y acortar los kilómetros de prueba necesarios, para validar las nuevas funciones de asistencia.
Soluciones inteligentes en eBikes, cocina y hogar
El ámbito de las bicicletas eléctricas también se beneficia de la integración de software dotado de IA; mediante un nuevo sistema antirrobo, Battery Lock, la batería queda bloqueada digitalmente empleando el smartphone del usuario como llave. Al mismo tiempo, la IA ayuda a disipar la preocupación por la autonomía con una función que permite determinar el nivel de carga deseado al final de un trayecto.
En la cocina, se ha presentado el horno inteligente Serie 8, capaz de reconocer decenas de platos y ajustar automáticamente la temperatura y el método de cocción, gracias a sensores, cámaras e inteligencia artificial. La compañía también ha dado a conocer la cuna inteligente Revol, que integra sensores, cámara e IA para ayudar a los padres en tareas cotidianas de vigilancia y cuidado.
Esta cuna, reconocida con un galardón en el CES 2025, ofrece opciones para monitorizar la frecuencia cardíaca o el patrón de sueño, y posibilita el almacenamiento local o encriptado de la información.
Sensores MEMS y planes de producción
Otro de los ejes clave expuestos en la feria se refiere a los sensores inteligentes. Estos diminutos componentes, equipados con IA y microprocesadores, permiten funcionalidades como el giro automático de las pantallas de los smartphones y el recuento de los pasos dados, además de optimizar sistemas de seguridad en automóviles. Los sensores MEMS, fabricados por la compañía, se han convertido en una pieza esencial en dispositivos de uso diario.
La optimización en el consumo energético es otra de las ventajas destacadas, ya que los sensores pueden operar de forma autónoma sin exigir recursos al procesador central. Según datos de Yole Group, la firma continúa ocupando una posición relevante en la producción de sensores MEMS para el sector de la automoción y la electrónica de consumo.
Más de la mitad de los nuevos smartphones del mercado integran sensores de la marca, que planea alcanzar la cifra de 10.000 millones de unidades fabricadas antes de que acabe la década. Las previsiones apuntan a un crecimiento global de la demanda de estos sensores, que pasaría de 33.000 a más de 40.000 millones de unidades en 2029, lo que confirma su importancia cada vez mayor en nuestra vida diaria.